lunes, 18 de junio de 2012

HASTA LUEGO EN + DE 140 CARACTERES


Llevo un tiempo dándole vueltas a esto de Twitter (en general le doy vueltas a todo, mala costumbre la de cuestionarse todo e incluso a uno mismo); Entras una vez y al poco sales porque no te enteras de una mierda. Pasa un tiempo, vuelves a entrar, le vas cogiendo el truquillo y es ahí, ahí, cuando estás perdido porque ya no hay vuelta atrás. El cartel de Bienvenido a la Jungla lo pasaste por alto porque entraste muy deprisa y no tuviste tiempo de verlo, pero ahí estaba, te lo advirtieron. Ahora no te quejes. El desconocimiento de la ley no te exime de cumplirla.
Parece ser que hay una regla en Twitter que es nunca te lo tomes demasiado en serio, la vida ya es demasiado jodida para tener una preocupación más. Y dices ¡vale! Empiezas a tuitear y te ríes mucho, empiezas a seguir a más y a más gente y empiezas a hablar de ese hiperrealismo social que tanto te gusta, en medio algunas risas y más hiperrealismo social y político, ¡llámalo como quieras!, para mí es realidad porque excepto cuando entre el emisor y el receptor está claro el tono jocoso de la conversación, el resto es todo verdad porque yo tuiteo como pienso y como siento, exactamente igual que todo lo que hago en mi vida normal, si no es así ni me molesto. Yo vivo y trabajo con personas y “soy la mejor en mi trabajo” (Love Wolverine), bueno al menos lo intento y eso ya marca una diferencia.
Me doy un respiro de Twitter porque cuando te empiezan a afectar las cosas que lees de gente a la que no conoces ni te conocen es que algo no va bien y por esa mala costumbre que tengo de tanto pensar he llegado a la conclusión de que esto no es para mí, al menos de momento. No se puede caer bien a todo el mundo, tampoco lo he pretendido nunca. Sé que volveré, yo siempre vuelvo.
Intentaré darme el tiempo y el espacio que tanto me disgusta para centrarme en otras cosas a priori más importantes.
No quiero que esto se malinterprete de ninguna manera, creo que he tuiteado con gente interesantísima con la que he compartido música, opiniones, textos, muchas risas y jamás he recibido malas contestaciones, ni insultos, ni nada que se le parezca; pero esto es una cuestión de sensibilidad, quizás extrema y yo, que soy como soy y que no me gustan las medias tintas, pa lo bueno y pa lo malo (esta frase es muy flamenca y me encanta), prefiero hacerlo así. Siempre doy el 100% en todo porque no sé hacerlo de otra manera y a Twitter hay que venir con un porcentaje más bajo, como mucho a 60 porque si no te pasas el cartel de Bienvenido a la Jungla con la 1º regla.

Hasta pronto

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