Son las tres de
la mañana, me he terminado la botella de ron que trajiste.
Todos los
discos, los que compramos en aquella tienda del centro que cerraba, están
tirados en el suelo, junto a mis piernas. Los he puesto todos. Estoy tan
perdida ahora; no paro de acariciar el terciopelo negro y dejar caer la aguja
una y otra vez sobre la misma canción.
Tengo todos los
vicios al alcance de la mano pero me sigues faltando tú, siempre fuiste mi
mejor droga, tú.
El cenicero está
lleno. Enciendo otro cigarrillo. La habitación, nuestra habitación, está llena
de humo, sé que lo odias y yo te maldigo porque no estás aquí.
¡Joder! ¿Dónde
coño estás?
Te he llamado y
te he escrito mil veces, sólo quiero decirte que te quiero. Hace tanto que no
te lo digo…soy dura, ya lo sabes, igual que aquella canción de los Beatles que
solías cantarme…
I want you
I want you so bad
I want you,
I want you so bad
It’s driving me mad, it’s driving me mad.
Yeah.
She’s so heavy heavy.
¿Dónde estás?
La dureza se extingue
siempre cuando tus manos caen sobre mi, ¿dónde están tus manos, dónde están las
canciones, dónde estás tú, dónde?
Lo siento,
siento todo lo que te dije; soy dura, lo sé, lo sabes…verte salir por la puerta
me ha roto en dos, en mil pedazos más con cada una de las veces que no me has
contestado, vuelve…sólo quiero decirte que te quiero, joder, sólo eso.
El sueño me
vence, la aguja no para de girar sobre el último surco. Cierro los ojos,
rendida…
Puedo oír la
música de nuevo. No sé si sueño, noto unos brazos alrededor de mi cuello y de
mis piernas que me levantan del suelo, siento que levito y mi cabeza gira como
ese vinilo. Te respiro…eres tú. Siento tus labios sobre los míos, suaves,
ligeros. Intento que algún sonido salga de mi boca, tengo que decirlo por si
esta fuera la última oportunidad. Te quiero.
Brillaba la luna
de agosto. Félix y Sara se conocieron en un bar, junto a la playa. Los dos
pasaban unos días de vacaciones en el Sur. Pudo ser una casualidad que se
encontraran, sólo que ninguno de los dos creía en las casualidades.
Ella bailaba junto
a una pequeña pista de baile. Él estaba de pie en la barra del bar, no muy
lejos de ella. Ya se habían visto…se observaron, se midieron con la mirada.
Sara se acercó a la barra del bar, pidió una bebida e inició una conversación
con Félix. Abandonaron aquel bar tras poco más de una hora de intensas miradas,
diálogos inteligentes-intencionados y afilados a veces-, risas en cuyo eco se
escondía el deseo de juntar los labios del uno con el otro.
Tuvieron ese “algo”
que te ocurre una vezen la vida o
ninguna. Eso que sólo tiene un momento y un lugar; puede que porque el destino
es así o simplemente no crees que tenga espacio en tu vida cotidiana o no te
atreves a dárselo. Era incluso probable que alguno de los dos tuviese otra
historia, otra vida lejos de esa playa pero ni lo mencionaron ni creyeron
oportuno preguntárselo.
Aquella noche no
sonó esa canción pero ahora ella podía oírla al igual que el recuerdo de los jadeos
ahogados junto a su oído; aquellas sensuales notas y el recuerdo…la erizaron la
piel.
Fueron todo lo
que necesitaban, querían y desearon aquella noche. Todo lo que pudieron ser sin
preguntas, sin esperar nada; no tenían historia, ni pasado y muy probablemente
tampoco futuro, por eso aquella noche bajo la luna de agosto se entregaron al
infinito...de sus manos, de los suspiros y de toda la amplitud de sus cuerpos.
Supieron verse
las heridas, las lamieron hasta curarlas y llevarlas al olvido.
Félix dibujó con
sus dedos sueños perdidos en otros cuerpos, avanzando hasta llegar dentro de
ella...la sal de su piel, el sabor escondido entre sus piernas. Sara se fundió
con aquellos labios nuevos, sin ansia, sin prisa…dando todo su ser, el alma. Él
y ella, ella y él y aquella noche de amor desesperada.
Sara
salió de aquel bar de ese Sur que tanto le gustaba, con la memoria fresca, el
corazón roto y ríos de sal recorriendo sus mejillas. Se alejó cantando, con el
recuerdo de esa noche reflejada en la luna de agosto y esa canción que le trajo
de vuelta…
…
Tuvimos una noche
llena de color
un río dorado
tus ojos son.
Paramos la vida
con nuestras manos
la vida cantaba
esta canción.
Una noche de amor
desesperada,
una noche de amor
que se alejó.
Ya es verano y
con él llegan los viajes de fin de semana, de vacaciones y la música del coche
que bien escogida (a gusto de cada oído) puede ser una buena compañera de
carretera y hacer tu viaje mucho más llevadero; puede incluso que memorable.
Sé que aún me
quedan muchas carreteras por quemar y aunque no me ha interesado quemarlas
todas, nunca se sabe cuál será tu próxima vía de escape o dónde podrás
encontrarte un nuevo cruce de caminos.
Tengo el coche
preparado ¿subes?
Desde hace bastantes
años siempre que salgo de viaje pongo esta canción, es mi clásico y como no
podía ser de otra manera el título de este post.
On the road again - Canned Heat
Esta canción no
puede faltar en ningún viaje, da igual el medio de transporte que elijas, en
moto mola más pero te hará sentirte dueño y libre por unos minutos de la
caretera igualmente.
Born To Be Wild Steppenwolf
No creo que
pueda tener mejores recuerdos de los viajes familiares que los que hacíamos con
la música de cassette de Los Chichos.
Son ilusiones - Los Chichos
No puede faltar
esta banda, esta voz. Ni en mi coche ni en mi vida. Este es además uno de esos
temas de carretera, auténtico donde los haya.
Nacional 120 - M Clan
Sin lugar a
dudas mi banda favorita para escuchar en el coche es la compañía de los
hermanos Fogerty.
Looking at my back door – The
Creedence Clearwater Revival
He hablado mucho sobre esta canción, no es la mejor de la
banda pero sin duda es una de esas canciones que cuando suena no puedes dejar
de pisar el acelerador porque es un tema que sabe a puro Rock N´Roll.
Highway Star - Deep Purple
Si cae la noche sobre ti en la carretera qué mejor canción
que esta para bajar las ventanillas y sentir el aire golpeándolo todo, puede
llegar la tormenta, no importa.
Riders on the Storm - The Doors
Esta no es más que una pequeña selección de esas canciones
que me gusta escuchar cuando conduzco o cuando viajo de copiloto. Por cierto que son 7 temas, es el día de mi cumpleaños y creo que un número algo mágico. Ni son todas
las que están ni están todas las que son pero lo que es seguro es que podrás
poner la vista en el horizonte y dejarte llevar allí, donde sea que vayas...
Publicado anteriormente en colaboración con El cajón de la Calavera Sinfónica
Todos llevamos
una mochila llena de historias y de piedras que por poco que hayas vivido no se
puede evitar llevarla, sólo que no deberían pesar tanto ni tampoco
arrastrarnos.
Es difícil no
hacer comparaciones, no ver similitudes en algunos comportamientos, situaciones
y aún así deberíamos ser capaces de empezar de cero con alguien o al menos
intentarlo. Se supone que no debería suponer un esfuerzo pero no hay nada que
se construya y se mantenga solo del aire, la voluntad tiene su parcela en el
mundo de las relaciones.
Si te olvidas de todo lo malo ¿puede que no hayas
aprendido nada? No lo creo, al contrario, esa es la lección que deberíamos
llevar aprendida, cada persona es distinta una de otra. Si quieres algo nuevo,
distinto, porqué no concederle una hoja en blanco a esa persona que ha aparecido
en tu vida; oportunidades siempre hay, cógelas.
Equivocarse,
volver a tropezar una y otra vez es parte de lo que nos toca vivir, gran parte
de lo que nos convierte en las personas que somos.
La vida está
llena de toma de decisiones, de elecciones; lo curioso es que no es tan fácil
elegir y sobre todo que a quien eliges, te elija a ti, encontrar el equilibrio
y que, aunque se balancee de vez en cuando podáis complementaros.
Eso de que "no es el
momento adecuado", pocas veces lo es, pero no por adecuado sino por falta de
querer (costumbrismos, miedos). Hay que tener ganas de vivir, de disfrutar, de tener un
camino en común, incluso de sufrir...de encontrar un compañero/a de viaje que
pueda realizar contigo esas cosas que te gustan, que te llenan el alma...que te
acompañe cuando este duro camino duela porque tú también estás ahí,
compartiendo (cada cual con su propio espacio); en definitiva, viviendo.
No elegimos la
soledad, dices adiós a una vida vacía, una vida que ya no es de nadie. Elegimos
otro camino en el que a veces la piedras pesan y las viejas historias más y aún
así seguimos caminando...
Intento mantener intacta la ilusión o al menos en la medida de lo
posible cuando no se apodera de mi el exceso dañino de sintetizarlo todo que a
veces te ilumina y te das cuenta de que aunque creo que siempre merece la pena, por mucho que lo intentes y le pongas
ganas, a veces el equilibrio es imposible...
*“Nadie habrá dejado
de observar que con frecuencia…” somos gilipollas.
Todo lo que
pueda expresar aquí no sólo me ha pasado y me pasará (no es nada expresamente
personal, es generalizado) sino que también le pasa a muchas personas que
conozco. Me da pena y me jode por la clase de personas tan impersonales y
estúpidas en que nos estamos convirtiendo. Esta estupidez no entiende de
géneros, ni de tipos de relaciones….sólo debería entender de PERSONAS, así en
mayúscula porque hay que echarle un poquito más de arrojo y sinceridad a la
vida.
Que vivimos en
un mundo de locos ya no puede extrañarle a nadie, que parece que estamos en el
jodido mundo al revés, tampoco, pero hay una regla básica que siempre funciona
bien o al menos debería “no hagas lo que no quieras que te hagan” Y a mí este
juego del sinsentido es algo que me hastía profundamente.
Cualquiera ha
estado alguna veza uno u otro lado y habrá
hecho daño o dejado a cuadros a alguien, de eso no estamos libres nadie pero coño,
hay que ser consecuentes. Tantas historias con el escribe, no escribas, llama
ahora sí, ahora no…. ¿tan difícil es hacer las cosas que nos apetezcan y como
nos salgan? La vida es demasiado dura y corta para también tener que medir los
tiempos.
Este juego no es
de cartas por mucho que nos guste guardarnos un as en la manga y cuando no hay
un feedback y eso que se llama feeling pues no lo hay y punto, se dice
y ya está. Evidentemente ni se le puede caer bien a todo el mundo ni espero que
nadie lo pretenda, pero en estos tiempos del todo vale parece que hay que estar
indisponible porque la disponibilidad, la cortesía y no marear al personal son
cosas de otro siglo y de las rara avis.
Hagan juego
señores y señoras, esta mala jugadora ya se ha cansado del juego sucio y de
estar disponible para todo el mundo. Voy a volverme un poquito más gilipollas
de lo que soy y hacerme la loca desde el principio para no parecerlo al final.
Se está para
quien está para ti y así lo demuestra. El resto no son más que trucos de
artificio.
Todo esto es
como el miedo que un día cambiará de manos y no nos gustará vernos al otro lado
del espejo.
*Instrucciones para subir una escalera (Julio Cortázar)
Sábado, 21 de Mayo de 2016. Santiago Bernabéu. Madrid.
Supongo que esto
que voy a contar ahora le sonará a mucha gente, sobre todo a quienes hayan
disfrutado de lo que es tener pueblo.
Este pasado sábado
me reuní con tres de mis primas. A dos de ellas hacía bastante que no las veía
(faltabas tú, R.) y este fin de semana nos juntábamos para ver a Bruce
Springsteen.
Me pidieron que
les consiguiese las entradas y decían que yo tenía que ir también pero no me lo
podía permitir. Gracias a ellas y a su insistencia pude asistir al concierto ya
que entre todas me invitaron.
Era la primera
vez que asistíamos a un directo de Springsteen y estando juntas como desde
hacía muchos años que no lo estábamos (muy probablemente por mi dejadez) así
que con esta reunión no pude evitar volver a mi adolescencia, probablemente
unas de las mejores épocas de mi vida y que con más cariño guardo en mi
memoria.
Desde bastante
pequeña pasaba todas las vacaciones escolares en el pueblo de mis padres y era
algo que me encantaba. Allí eras más libre que en la ciudad, estabas siempre en
la calle; haciendo cosas, jugando, en la piscina…y de esos juegos pasas a tus
primeras salidas nocturnas, las primeras cervezas, los primeros cigarrillos, la
primera vez que ves amanecer tras una noche de marcha…y qué queréis que os
diga, todo eso fue siempre con vosotras chicas. Tengo buena memoria y esas son
vivencias que no se olvidan, que siempre te acompañan a pesar del tiempo y el
espacio que nos pueda separar ocasionalmente, sólo puedo deciros. Gracias. Os
quiero.
La zona de
Concha Espina estaba acordonada (algo que no me gustó) y con bullicio de gente
desde primera hora de la tarde; aún con todo y eso la organización de entrada
al concierto dejó mucho que desear y a mucha gente en la inmensa cola de
entrada al estadio cuando a las 21:11 horas salía Springsteen y su E Street
Band a escena con Badlands. Lo sé porque fui de las que tuvo que escucharla
casi entera desde fuera. ¡Una pena! Ser puntual es una buena costumbre pero si
tienes fuera del recinto a tanta gente deja de serlo bastante.
The River Tour
no lo fue tanto, se sabía ya que no tocaría el álbum al completo por los sets
lists de los conciertos anteriores aunque era lo “prometido” al inicio de la
Gira con motivo del 35 Aniversario del
ya mítico disco The River. Sonaron más canciones del disco Born in the USA que
del de la propia gira pero bueno…aunque yo era la primera vez que le veía,
entiendo perfectamente la decepción de muchos de los fans y de los asistentes
al evento.
Bruce
Springsteen y su E Street Band llenan estadios pero funcionan sin grandes
efectos de artificio porque lo que llevan consigo es una gran banda de músicos y
a Springsteen que a sus 67 años estuvo cantando y tocando junto a su banda
durante casi tres horas y media sin parar, haciendo lo que sabe: Rock and Roll
al más puro estilo clásico. Lo que no les acompañó fue el mal sonido del
Santiago Bernabéu, sobre todo dondeyo
estaba (Fondo Norte) no se apreciaba el buen hacer de la banda, no se
distinguían bien unos instrumentos de otros y en ocasiones ni las letras de las
canciones.
Aquí os dejo el
set list de esa noche:
A mi me hubiese
gustado que tocasen entre otros temas que me acordé esa noche Not Surrender,
Secret Garden, Drive All Night e incluso Tunnel of love por citar algunos pero
claro después de más de treinta temas no se puede pedir mucho más.
Para mi los
mejores momentos de la noche y aunque suenen a topicazo fueron cuando tocaron
Sherry Darling (que sonó fantástica), Hungry Heart (es un tema muy esperanzador
que siempre me ha encantado), Trapped (Gran canción, triste, de perdedores),
The River (preciosa y un clásico), Point Blank (es una de esas canciones que te
hablan de la vida, de los errores que cometemos de cómo se pueden intentar
enmendar), Because the Night (polémica canción de Patti Smith/Springsteen, yo
aún no sé bien a quien darle la autoría de los dos pero es un temón, Human
Touch (eso que todos necesitamos antes o después y que a veces se nos olvida) y
todos los bises, especialmente Thunder Road, el acústico que se marcó un Bruce
Springsteen solo ante un estadio con más 55000 personas.
A pesar de los
problemas de sonido, de haber entrado ya iniciado el primer tema, lo pasé
genial y lo que vives en ese momento lo recordaré siempre por elbuen ambiente y una inmejorable compañía.
Fue una gran
noche donde bajo el cielo de Madrid, yo al menos, Bruce, me rendí a tus
pies.