martes, 16 de octubre de 2012

UNA LÁGRIMA DE AMOR


Una lágrima de amor
Invade mi mente
No puede, no debe caer
Pero su propio peso la desliza
Anidándose en la garganta
Apretando y ahogando
Hasta el dolor infinito
Y hasta que ya no puedes más

Esa lágrima explosiona
Convertida en miles de estrellas
Sobre tu oscuro cielo
Cada una eligiendo su camino
Enrasando al paso tus ojos
Retorciendo tu corazón
Por lo que fueron y ya no son
Por lo que se perdieron
Por lo que ya no llegarán a ser
Por lo que fuiste y sigues siendo
Por la honestidad que se perdió
Por el amor que nunca será.

martes, 9 de octubre de 2012

ESAS MANOS QUE NUNCA FUERON LAS TUYAS

La noche abierta al verano
Una brisa nocturna acaricia mi piel
Cierro los ojos y se llena el vacío
Siento como esas manos desconocidas
Atrapan mi desnudez como una marea
Pasando del frío al calor
Como un ejército de fuego
Se deslizan por cada rincón de mi piel
Y cada poro se eriza al contacto con ellas
No quiero pensar en esas manos
Ya que ahora sé que soñaba
Y las caricias que sentía
No eran más que la brisa nocturna
Porque esas manos que me acariciaban
Nunca fueron las tuyas

lunes, 1 de octubre de 2012

UN CONCIERTO DE ROCK & ROLL QUE NO SE CELEBRÓ Y UN VINILO SUSTRAÍDO CON PREMEDITACIÓN Y ALEVOSÍA


Esta es la historia de un concierto de Santiago y Luis Auserón, la he recordado porque fue por estas fechas y porque no olvido tampoco el día que me levantaron mi vinilo de Radio Futura “Tierra para Bailar”, y digo levantaron porque dormía plácidamente mientras sustraían el susodicho disco.
 
Un concierto de Rock & Roll que no se celebró


Era una tarde de sábado de primeros de septiembre del año 2006. Había leído en el periódico que tocaban los hermanos Auserón, era una gira con motivo de la salida de su último trabajo “Las Malas Lenguas”; así que, nos pusimos los zapatos de gamuza azul y cogimos el coche mi equipo de Rock & Roll (mis hermanos, mi ex) y yo para dirigirnos a un pueblo de Madrid a disfrutar de una noche de rock en directo.
Al llegar nos encontramos el primer problema, no era ese día, era la siguiente semana. Cometí un error de fecha guiada por la locura de ver a estos dos artistas en directo, con ese savoir faire, para poder escuchar y saborear esas letras tan musicales, tan bien acabadas.
Esa noche errónea tomamos algo y nos marchamos de vuelta a casa con la idea de volver la siguiente semana, yo no podía perdérmelo, esta es otra de esas relaciones de amor musicales eternas que tengo (lo sabe David Bowie y mi mami por supuesto que también) y las relaciones como todo en esta vida hay que cuidarlas para que se mantengan lo más sanas posibles, ni que decir tengo cómo y de qué manera cuido yo esta relación, escuchándolos sin parar una y otra vez.
Volvimos la semana siguiente con algún añadido más al grupo de Rock & Roll, dispuestos a comernos el mundo, a bailar y a cantar los temas del nuevo disco y con la esperanza de que además tocaran alguno de sus viejos y emblemáticos temas. Lo que yo no sabía es que toda esa emoción se volvería a truncar esa noche a causa de la lluvia, el concierto se suspendió porque la verdad sea dicha, caían chuzos de punta.
La noche dio de sí lo suyo pero el amargor seguía ahí, no pudo ser lo de bailar con los zapatos de gamuza azul en vivo y en directo que era lo que yo más deseaba en aquel momento, pudo ser una jugada del destino, no lo sé, pero fue una putada, eso seguro.

Un vinilo sustraído con premeditación y alevosía



Ya sabéis eso que dicen que donde hay confianza da asco, sobre todo si nos referimos a la familia. Hace ya unos cuantos años, de esto no recuerdo la fecha exacta -esto es raro en mí- pero al final el paso del tiempo te vuelve mayor además de inexacto. Siempre he tenido la manía de cuidar mis libros y mis discos, no me ha importado prestarlos aún cuando por ello he perdido algunos en el camino, no hace mucho me han recomendado hacer una lista negra de préstamos, pero como sigo creyendo que las personas son buenas por naturaleza nunca me he decidido a hacerla.

En este caso en concreto no se trató de un préstamo, si no de una extracción con premeditación y alevosía por parte de un familiar que pasaba unos días en casa. Aprovechó la tranquila hora de primera hora de la mañana mientras yo dormía y la inocencia de mi madre para sustraer el material musical que mejor le pareció, entre otros discos se llevó una de mis joyas, Tierra para Bailar de Radio Futura, un LP que conservaba desde el año 92 como oro en paño, con unas mezclas acojonantes y la mejor versión, para mi gusto de Semilla Negra, uno de mis temas favoritos aunque he de reconocer que es tan difícil escoger entre todos ellos que cualquier otro día podría hablaros de otra canción que por una razón u otra tengo grabada en la memoria.
A día de hoy sigo sin tener ese vinilo y no me he vuelto a comprar el disco en otro formato porque todavía tengo la tonta esperanza de recuperarlo algún día.
Seguiré persiguiendo una luz cegadora por la línea del tiempo y os dejo porque yo te quiero, yo te amo y me muero, desespero … y es que siempre hubo y habrá una Tierra para Bailar.