martes, 30 de noviembre de 2021

ANTES DE QUE CUENTE DIEZ

Fue claro y conciso, y su tono no me dejó lugar a dudas. Tenía que hacerlo antes de que contara diez, no hay manera de escapar a la autoridad que desprende, ni ganas, vaya. Yo quería hacerlo y demostrarle que lo haría bien, tal como sé que le gusta, sentir la magia y el placer de complacer. Lo que no me dijo es en qué momento sería. Íbamos a ver tocar a una banda que versionaba temas de los primeros Fleetwood Mac en un garito pequeño y angosto, así que podría suceder durante el solo de guitarra de “Black Magic Woman”. O quizá en el de “The Green Manalishi” o el de “Oh Well”, sí, por favor, qué morbazo. Con ese final lento y solemne, menudo colofón. O a lo mejor se decantaba por “Shake Your Money Maker” o la salvaje “My Heart Beat Like a Hammer”, que sería también muy adecuada. Claro que si tuviera que escoger lo haría en “You’re So Evil”, por no decir cabrón más que demonio. ¿Hasta diez? Pero no, yo no elegía, y me gustaba, aunque en el fondo me joda, pero me gusta. “Love That Burns”… sí, también, aunque no es tan predecible. ¿Dust My Broom? ¿Like Crying? Con lo que le gusta que llore… No, sería en “Coming Your Way”, con ese ritmo frenético y endiablado… Me desquiciaba y desesperaba la incertidumbre y el no saber, y sí, claro que sí, también me gustaba.


¿Quieres saber, querida Tina, cuándo fue? Cuando le dio la gana, por supuesto. Después de salir del concierto, en otro garito, donde empezó a sonar la canción de Fito que da título a esta entrada y que era mucho más inadecuada que cualquiera de las de los Mac, en mi opinión, pero no en la suya. Sonrió y empezó a contar susurrándome al oído, dejando un minuto, más o menos, hasta llegar a diez. Cumplí a la perfección, qué te crees, y me pareció una historia entretenida para contar en la celebración de los diez años de tu blog. Algo que pudiera estar a la altura de los 'temazos' que nos dedicas cada mañana para despertarnos y para el café. Espero que te haya gustado. Gracias por pedirme que participe en la celebración de estos diez años, no pienso perderme los siguientes aniversarios. Sobre todo si me pasan cosas así ;)

lunes, 29 de noviembre de 2021

PERSONAS QUE SON

 

Hay personas que llevan toda la vida en tu vida, y otras a las que cada día descubres.
Siempre hay alguien nuevo que merece la pena. 

Algunas son pura armonía, que no por mucho repetirse dejan de oírse bellas,
que resuenan en tu cabeza después de haberse ido,
y las que son solo ruido.

Personajes que te seducen con su frivolidad cuando estás cansado de tanto pensar,
insustanciales pero que transmiten alegría,
que te marcan el ritmo y te invitan a bailar.

Personas para estar con mas gente, y personas para perderte a solas con ellos.
También los hay que aburren, que espantan, que no tienen virtud...

Personas que te recuerdan lo que ya sabes y a veces olvidas.
Los que contagian la rabia, los que inspiran la esperanza,
los que son todo melancolía hasta hacerte reír de pena 
y los que te desgarran el llanto por las realidades o por las fantasías.

Hay personas que te relajan, y las hay que te excitan,
que te traen la calma o que te hacen renacer.
Los hay que son lo que en ese momento necesitas.

Personas que te hacen vivir lo que nunca serás,
personas llenas de todos los amores, el ridículo, el costumbrista, el agrio, el verdadero imaginario...
y personas que crees que existen para ti. 

Hay personas que son... música.




No es descriptible el enorme placer y orgullo que me produce ser llamado a escribir en este blog, y en un momento tan especial. Todos los que entramos por aquí de vez en cuando, o los que hemos participado con alguna entrada sabemos bien porqué la caja donde Tina guarda y muestra sus sentimientos tiene forma de corazón.

Elegir un texto para esta conmemoración no era fácil, pero me prometí a mi mismo que sería lo que me surgiera de forma espontanea mirando a la pared como si allí estuviera Tina, y si acaso, dando una oportunidad con más calma para ordenar esas palabras y añadir poco o nada. Así es como lo hice y eso es lo que salió, Tina está ahí y también están otras personas (casi todas peores que ella)

Estoy intentando no mencionar la cifra redonda, seguramente por rebeldía o por estúpida pretensión de originalidad, y porque ya la sabemos bien. Cualquiera que lea esto está pensando en ese número de años, sin necesidad de mencionarlo...

Elegir una canción tampoco era fácil, porque con Tina siempre nos movemos en el amplio espectro que supone la música. A mí particularmente me apetecía una canción sentimental cantada con una voz suave pero desgarrada, como la propia historia que cuenta. También habría valido un himno rockero que hiciese gala de la insustancialidad y las ganas de vivir. Luego me dije "¡que coño, la ocasión lo merece, mejor una DE CADA!


 




domingo, 28 de noviembre de 2021

CUANDO PASE EL TEMBLOR

 


Estuve esperando que pasara durante diez semanas.

Cuando salía de trabajar, cambiaba el escenario y caminaba por una ciudad vacía, solitaria y muda, como si se hubiese congelado el tiempo y solo me moviese yo.

Sentía que era una misma secuencia una y otra vez, con actos y pensamientos que funcionaban de forma automática, sin lugar para las emociones. Y soportando una responsabilidad que me pesaba y me asfixiaba, pero que cuando por fin conseguía que aflojara, hacía que volviese el terror. Nadie nos había preparado para algo similar, esto no lo encontramos en las clases magistrales y estábamos totalmente solos.

Durante ese tiempo actué de forma automática, casi instintiva, como nos han contado a lo largo de los siglos todos los que sobreviven a un desastre natural. Cada éxito se celebraba con aplausos, cada fracaso evitable, era una punzada cada vez mayor. Mejor seguir y no pensar.

Pero pasa. Un día pasa. Tu música está esperando y consigue que te liberes, porque siempre hay un lugar donde ya no hay dolor. Somos nuestras emociones, y las mías siempre van envueltas en música. Ya sabéis, “todavía creo en la magia de una canción que me emociona y me hace llorar”.

Gracias, música.

(Cuando pase el temblor es una canción escrita por Gustavo Cerati en el año 1985)




sábado, 27 de noviembre de 2021

CULTIVANDO LOS SENTIDOS


La portezuela de mi huerto está abierta. La mayoría del personal pasa de largo pero, de vez en cuando, alguien entra y yo le invito a eredar y disfruto viendo como hunde las manos en el bancal, acaricia las hojas, pellizca sensualmente los brotes, aprieta los frutos con tentador deseo, busca su aroma e imagina su sabor. Cada cual en su parcela, cultiva sentidos y crea sentimientos. 10 años llevas ofreciendo que leer, escuchar, ver y, aunque sea de vez en cuando, abrir la portezuela de tu blog hace sentir y sentir es bueno. Tu blog es tu huerto. Sigue sembrando y ¡feliz cosecha!.


 

viernes, 26 de noviembre de 2021

TEN YEARS DESPUÉS


Hubo un tiempo en que le robaba a mi mamá por una buena comida y un cigarrillo. Hubo un tiempo en que vendí a mi hermano por un dólar cuando no tenía dinero. Hubo una vez que tuve hambre Y encontraba mi comida en algún contenedor Pero nunca, nunca hubiera vendido mi guitarra Eso, cariño, sería un pecado. Porque si no tengo una guitarra estaré rasgueando algún arpa de los ángeles. Eso cantaba Alvin Lee. Y es que jamás hay que abandonar una pasión. Ten years after aquí sigue Tina,compartiendo las suyas. Que siga!




jueves, 25 de noviembre de 2021

DIEZ MINUTOS

 

Déjame advertirte que no los soporto.

No soporto esos diez minutos al día en los que trato de huir de la realidad; de esa realidad envolvente, pesada y gris que todos tenemos alrededor y convenientemente ignoramos, momento en el que mi mente aprovecha para evadirse de ella (o más bien para perderse) por los vericuetos de una imaginación desbordada.

Esos diez minutos al día en los que los sueños deseados se entremezclan con los inalcanzables, en los que el quiero y el puedo no se ponen de acuerdo de una puñetera vez.  
    [Porque son necesarios tan solo diez minutos para imaginar qué quieres pero totalmente insuficientes para realizar ni uno solo de esos anhelos]

Diez minutos al día en los que buscar con desesperación esa canción que te atraviese el alma como la descarga de un rayo, que temple y resetee tu interior. En los que pulsas la playlist esperando descubrir entre acordes lo que quieres oír.

Diez minutos en los que abres un libro con la vana esperanza de encontrar allí todas las respuestas, clasificadas, ordenadas y numeradas para ti.

Esos diez minutos de ensoñación que tan pronto te provocan una media sonrisa como una mueca digna del joker. 

Diez minutos que, en ocasiones, tienen nombre propio, vienen acompañados de un recuerdo tangible, banda sonora o su propia realidad paralela.

Diez minutos diarios en los que, por mucha imaginación que le pongas, sabes que esa lucha de gigantes no tendrá el final que esperas.

Y es verdad que no los soporto y también podría seguir mintiendo(me) y afirmar que tan solo son 10 minutos al día.



Tal vez debamos darnos algo más de 10 minutos para las cosas importantes.

Tal vez 10 años más sean suficientes.

 

 **Gracias, Tina, por permitirme participar en este lugar tan bonito y acogedor que has creado. Que no nos falten la música y tus letras al menos en los próximos 10 años. 

miércoles, 24 de noviembre de 2021

10 PROPUESTAS PARA ALIMENTAR TU MELOMANÍA

Juan M. López

Agradezco a mi apreciada Tina la oportunidad que me brinda de escribir en el décimo aniversario de su blog. Llevo desde mi más temprana infancia oyendo, investigando y amando (casi) todo tipo de música. Primero de las cintas de casete grabadas por mi padre en sus tiempos como emigrante en el extranjero. Más tarde como profesional en una potente y tristemente desaparecida cadena de tiendas de discos, y permanentemente como incansable buscador y amante de causas perdidas y artistas con suerte dispar, tanto en su recorrido en el negocio discográfico como en su repercusión para medios y público en general.

 

Algunos de los músicos y bandas de los que me dispongo a hablaros son considerados estrellas en sus propios países o reverenciados como artistas de culto. Otros simplemente han tenido una carrera corta que por diferentes motivos no les han permitido alcanzar el status de éxito que, a mi juicio, merecerían. A algunos ya los conoceréis y eso dirá mucho de vuestro buen gusto. A los que no, os brindo humildemente la oportunidad de que indaguéis en su obra.

 

Comenzamos:

 

#1 Gil Scott-Heron.

 

Mientras las emisoras norteamericanas se llenaban de música funk y soul en los años 60 y 70, Gil Scott-Heron (1949-2011) ponía silenciosamente las bases para la aparición del rap con sus actuaciones de spoken word, acompañado tan sólo por un percusionista y una brillante poesía reivindicativa de la justicia social y los derechos civiles ("The revolution will not be televised", "Whitey on the moon"...). Poco más tarde, junto al pianista Brian Jackson y su banda, su voz poderosa y profunda y sus letras críticas y aceradas se sumergirán en las aguas del jazz y el soul, creando algunas de las obras más estimulantes e igualmente críticas y reivindicativas de la música negra de finales del siglo XX. Su primer álbum con banda, titulado "Pieces of a man" (1971), es ya un brillante compendio de hacia dónde dirigirá sus pasos en adelante.

 

Enfermo de SIDA debido a una época de adicción a las drogas, fallecía en Nueva York en 2011 a los 62 años, habiendo dejado ya un rosario compuesto de 20 buenos álbumes plagados de temas que hoy son clásicos, como "The bridge", "Winter in America", o el ya citado "Pieces of a man", amén de un par de novelas y un poemario. Y para quien quiera saber más en detalle acerca de su vida, Libros del Kultrum tiene editada en nuestro país su autobiografía, titulada "Con las horas cantadas".

 

* Gil Scott-Heron, "A sign of the ages".

 

 

#2 Johnny Hartmann.

 

Don John Maurice Hartmann (1923-1983) tuvo la desgracia de grabar uno de los mejores álbumes de baladas de su carrera ("John Coltrane & Johnny Hartmann", 1963) junto al inmortal Coltrane y su cuarteto estrella, ese formado junto a McCoy Tyner al piano, Jimmy Garrison al contrabajo y Elvin Jones a la batería (la misma formación que registrarían en esa época sin parangón de finales de los 60's los soberbios álbumes "Crescent" o "A love supreme"). Y fue una desgracia porque, salvo con sus discos "I just dropped by to say hello" y "The voice that is", ambos firmados también para el sello Impulse, el bueno de Hartmann a duras penas volvería a alcanzar las cotas alcanzadas en estas tres ocasiones en sus grabaciones posteriores.

 

Baladista de voz varonil y aterciopelada y con una dicción envidiable, Hartmann comenzó su carrera acompañando a Earl Hines, Dizzy Gillespie y Errol Garner. Tras su paso por Impulse y otros sellos de menor entidad, y debido a la orientación del público americano hacia estilos más modernos, su carrera discográfica se tornó irregular, continuando su periplo musical en otros países como Japón o Australia, y en pequeños salones de ciudades como Nueva York o Chicago, lo que no le privó, a pesar de todo, de ser nominado a los premios Grammy como mejor cantante de jazz en 1981. La selección de varios de sus temas para la banda sonora de "Los puentes de Madison" (1995) por parte de Clint Eastwood (como sabéis, un gran amante del jazz) nos lo rescató del olvido, esperemos que para siempre.

 

* Johnny Hartmann, "Charade".

 

 

#3 Van Der Graaf Generator.

 

Por lo general, cuando hablamos de la edad de oro del rock sinfónico y/o progresivo nuestra mente se dirige hacia bandas de sobra conocidas y muy populares entre nosotros, como puedan ser Yes, Genesis, Emerson, Lake & Palmer, Camel o King Crimson. Los patitos feos de esta historia podrían ser Soft Machine, los inquietos Can, o los que en este caso nos ocupan, los británicos Van Der Graaf Generator, banda venerada por los melómanos de pro.

 

Formados en Manchester allá por 1967, toman su nombre de un aparato generador de electricidad estática, con errata ortográfica incluida. El núcleo duro de la banda, que sufrirá frecuentes cambios, será el formado por Peter Hammill (voz, guitarra) junto a Hugh Banton (teclados, bajo, coros), David Jackson (saxos, flauta) y Guy Evans (batería y percusión). La banda se mantiene en activo hasta hoy, con algunos paréntesis amistosos de varios años en los que Hammill ha desarrollado su carrera en solitario (¡¡acompañado por sus propios compañeros de Van Der Graaf!!). Su segundo LP, "The Least We Can Do Is Wave To Each Other" (1970) dejará atrás los tintes sicodélicos de "The aerosol grey machine" (1969) y es una joya del género que marcará su trayectoria posterior. Su sonido, arquetípico en este tipo de formaciones (influencias del jazz y el blues, composiciones largas y enrevesadas, temáticas conceptuales...) toma un giro más oscuro y experimental a partir de su tercer álbum, titulado "H to He, Who Am the Only One" (también de 1970). Hasta el momento dejan trece discos de estudio y dos directos, además de algunas recopilaciones. Anuncian nuevo álbum y actuaciones en 2022.

 

* Van Der Graaf Generator, "Darkness".

 

 

#4 John Campbell.

 

John Campbell era un fenómeno de la naturaleza destinado a marcar un antes y un después en la música blues. Bautizado como John Allen Campbell (Shreveport, Louisiana, 1952-1993) tuvo unos inicios musicales sin demasiada fortuna, tanto en solitario como con su banda "Junction" (1973) en los alrededores de Texas, zona donde malvivía profesionalmente. Disuelta su banda algunos más tarde, y tras girar por Texas y su Luisiana natal mayormente, decide trasladarse a Nueva York en 1985 integrándose en la escena del blues de la ciudad. Tras realizar algunas grabaciones con poca repercusión en sellos menores, firma con Elektra y graba sus dos discos más notables, dos apabullantes álbumes titulados "One Believer" (1991) y "Howlin Mercy" (1993), que a la postre supondrán su testamento musical justo cuando su nombre empezaba a alcanzar notoriedad.

 

El amable Campbell estaba dotado de una tremenda y singular técnica con el slide y de una presencia en el escenario que podríamos calificar como inquietante por su rictus hierático que contrastaba con la tormenta de decibelios desplegada junto a su banda. A diferencia de la gran mayoría de bluesmen, Campbell no usaba guitarras eléctricas y solía tocar acompañado de una guitarra acústica Gibson con resonador, o bien de una steel guitar construida en 1934 por la firma National. Poseía, asimismo, una voz poderosa y oscura que hacía suyas las versiones que interpretaba ("When the levee breaks", "Way down in the hole"...). Afectado por problemas de salud habituales, motivados por un grave accidente de coche sufrido en su infancia, un infarto se lo lleva a la tumba privándonos de su arte a los 41 años de edad.

 

* John Campbell, "When the levee breaks".

 

 

#5 Live Skull.

 

Live Skull nacen en la ciudad de New York en 1982, con los guitarristas Tom Payne y Mark C. como miembros principales de la banda. Junto a Swans, Sonic Youth, Suicide o Lydia Lunch integran el movimiento No-Wave y Noise de la ciudad. Graban un EP y dos discos de larga duración para el sello indie Homestead, en los que las guitarras adoptan un papel predominante sobre la voz. La llegada a la banda de Thalia Zedek en 1987 pondrá la voz en un papel más preponderante y permitirá a ambos guitarristas centrarse más en la construcción de melodías, llegando de paso a un público más “amplio”, dentro de la amplitud del éxito que pueda tener una banda considerada de culto.

 

Tras firmar por el sello Caroline, lanzan en 1988 el EP “Snuffer” y un año más tarde el soberbio álbum “Positraction”, su trabajo más “asequible” (sí, de nuevo entre comillas) hasta la fecha. En el disco se aprecia la capacidad de Payne y C. para tejer punzantes y abrasivas, pero sin embargo oscuras y bellas melodías de guitarras que por momentos parecen dialogar entre sí, acompañadas por la arenosa y pasional voz de Zedek y por una sólida sección rítmica a cargo de Richard Hutchins y Zonda Andersson. Todo ello conforma un sonido enérgico y lleno de aristas, pero con un decidido carácter arty. La falta de éxito comercial los llevará a disolverse en 1990.

 

Treinta años después, en el verano de 2019, Marc C. y Richard Hutchins anuncian el resurgimiento de la banda con un nuevo álbum bajo el brazo que lleva por título “Saturday night massacre”, con apariciones estelares de Thalia Zedek y Marnie Jaffe. Un año más tarde vuelven a publicar disco ("Dangerous visions", 2020), esta vez mezclando canciones nuevas con material inédito de los años 80´s. Siempre es un buen momento para darles una oportunidad...

 

* Live Skull, "Riches house".

 

 

#6 Marlene Kuntz.

 

Siempre me he preguntado por qué apenas llegan a nuestro país bandas europeas que gozaron o gozan de bastante éxito y reputación en sus países de origen. Pareciese que el privilegio de invadirnos musicalmente sólo perteneciera a los músicos británicos y americanos.

 

En relación a esto, hoy quiero hablaros de Marlene Kuntz, banda italiana nacida en Cuneo allá por 1990. Su núcleo duro es el formado por Riccardo Tessio (guitarra), Luca Bergia (batería) y Cristiano Godano (guitarra, voz y textos). Cubiertos bajo el omnipresente influjo noise de Sonic Youth, su obra va ganando con el tiempo en matices poéticos en sus letras y delicados y barrocos arreglos en su música, algo que sus fans más recalcitrantes llegaron a echarles en cara, a lo que ellos respondían que evolucionar era síntoma de estar vivos como banda. A pesar de todo nunca han llegado a perder la intensidad eléctrica que caracteriza a su sonido. Prueba de ello son sus últimos trabajos “Nella tua luce” y “Lunga atessa”, inflamados por igual de luces y oscuridad.

En su amplia discografía, en la que encontramos un alto nivel compositivo permanente en el tiempo, se hallan colaboraciones con talentos como Paolo Conte, Warren Ellis, Skin o Howie B.

 

Su último trabajo hasta el momento data de 2020, tratándose de un álbum en solitario de Cristiano Godano titulado “ Mi ero perso il cuore”, de marcado carácter intimista. Durante 2021 han actuado en Italia y diversos países de Europa en la gira Post-Pandemic Tour (una vez más sin pisar nuestro país).

 

# Marlene Kuntz, "Seduzione".

 

 

 

#7 Richmond Fontaine.

 

Richmond Fontaine es el vehículo a través del cual cobran vida los textos de Willy Vlautyn. Vlautyn, a quien el diario The Independent llegó a calificar como el Dylan de los marginados, ha publicado ya seis novelas y también suele realizar espectáculos de spoken word con sus escritos. En sus canciones suele hablar de historias crudas y descarnadas, de gente embarcada en su propio naufragio, de rupturas y pérdidas. Crónicas de lo que en los USA llaman White Trash, esa clase obrera blanca y pobre de solemnidad, que sobrevive sin apenas trabajo, dinero ni esperanzas. Activos desde 1994 hasta 2016, Richmond Fontaine comenzaron practicando una simbiosis entre punk y americana, con el resultado de tres discos de los que el propio Vlautyn mostraría cierta insatisfacción posteriormente, aunque para mi gusto, en ellos hay escondidas canciones que son verdaderas joyas country, como “Hope and repair”, “Contrails ”, “Four hours out”, “Cascade”, o la enérgica “White line fever”.

 

Asentados posteriormente en el country rock alternativo (se les llegó a comparar con Uncle Tupelo) produjeron ocho discos de estudio más, siendo obras excepcionales los titulados “Post to wire”, “The Fitzgerald” y “Thirteen cities”. Con el tiempo su sonido se ha ido relajando, aunque sigue resultando igual de estremecedor, hasta llegar al titulado “You Can't Go Back If There's Nothing To Go Back To, de 2016. “No puedes volver si no hay nada a lo que volver”, un titulo que resume a la perfección el espíritu de sus letras, pues es complicado recuperar algo cuando se han quemado todos los puentes, ¿verdad, amigos? En 2017 volvieron a reunirse para grabar “Don’t Skip Out On Me”, álbum instrumental que pretende servir de banda sonora a la ultima novela del mismo título publicada por Vlautyn. Paralelamente estos últimos años, Vlautyn y algunos miembros de The Minus 5 y The Decemberists han publicado un par de discos bajo el nombre de The Delines, con Amy Boone de The Damnations a la voz.

 

#Richmond Fontaine "Polaroid".

 

 

 

#8 Giardini di Mirò.

 

Giardini di Mirò es una frase que suele aparecer, a modo de cameo, en las películas del director de cine Michelangelo Antonioni. También es el nombre de nuestra segunda banda italiana en este compendio musical. Formados en 1995 por Corrado Nuccini y Giuseppe Camuncoli, mientras ambos (originarios de Reggio Emilia) cursaban estudios en la universidad de Bolonia.

La banda sumó integrantes hasta alcanzar el número de seis, entre los que ya no se encuentra Camuncoli. Su música es una atractiva y a veces muy emotiva combinación de diversos elementos (post rock, psicodelia, shoegaze, dream pop, post punk, metales, electrónica...) que ha dado su fruto en forma de 10 álbumes, algunos de ellos instrumentales, bastante coherentes a nivel cualitativo. Completa su discografía una larga sarta de EP´s y singles, remixes, una banda sonora y un par de recopilatorios. Suelen girar por toda Europa y hay leyendas que dicen que alguna vez tocaron incluso en algún festival del norte de España. De nuevo, poco bagaje en nuestro país para una banda que mereceríamos ver más por aquí. Para compensarlo os dejo un par de temas suyos en vídeo, la deliciosa "Dividing opinions" y la sugerente "Flat heart society", tema este que representa a la perfección el grueso de su sonido. Una formazione da non perdere!!!

 

 

 

#9 Earl Greyhound

 

Si eres aficionada o aficionado al rock, seguro que disfrutas con alguno de esos intensos tríos de blues rock y hard rock que han formado parte de la historia desde los años setenta del siglo pasado hasta nuestros días. No creo que haga falta mencionar nombres. Seguro que se te vienen a la cabeza más de una formación capaz de desatar una tormenta tan sólo con guitarra, bajo y batería.

 

Earl Greyhound es uno de estos tríos a los que hago referencia. De nuevo con una trayectoria casi efímera, se forman en Brooklyn allá por 2003, dándose un descanso en 2012 del que aún no han salido, a pesar de no haber anunciado nunca su disolución como banda. En su trayectoria artística se cuentan varios EP.s y singles y un par de discos de estudio la mar de recomendables, "Soft Targets" de 2006 (que abre con este cañonazo) y "Suspicious package", que contiene perlas como ésta o ésta, de 2010, así como un directo titulado "I'm in Jupiter waving my arms at you" como colofón a su obra, lanzado en 2010.

Como os comentaba, una potente e interesante formación de trio integrada por Matt Whyte a la guitarra, Kamara Thomas al bajo y Ricc Sheridan a la batería. Si bien de Sheridan no se sabe nada nuevo a nivel artístico, tanto Kamara Thomas como Matt Whyte siguen en activo. La primera dedicada a proyectos teatrales alternativos y al frente de la banda The Ghost Gamblers, con quienes transita caminos más cercanos al country, mientras Whyte se ha dedicado a componer e interpretar desde techno a bossanova y ha publicado un disco bajo el seudónimo de Rupe Shearns titulado "To a deer outside Ithaca". A ambos los podéis encontrar en las plataformas musicales habituales.

 

 

 

#10 Neko Case

 

Termino este breve compendio musical con una de mis artistas favoritas. Y para terminar he decidido obviar los detalles referentes a fechas, lugares y circunstancias que jalonan su carrera. Prefiero que sea su música quien os hable de ella y que ustedes mismos busquéis más datos de ella si os llama la atención. Comentaros, eso sí, que esta estimulante interprete de country alternativo, con un marcado espíritu punk en lo personal, no es desconocida ni tiene una carrera breve. Al contrario, desde sus inicios ha tenido éxito gracias a unos discos soberbios, tanto con su banda como en otras colaboraciones, junto al colectivo The New Pornographers, etc.

 

Personalmente estoy enamorado de su voz y de la intensidad que de una manera o de otra impregnan su obra, junto a una banda que funciona como un reloj suizo, tanto en estudio como en directo. Si me preguntáis, por último, con qué discos introduciros en su música, aconsejaría los fantásticos "Blacklisted", "Fox confessor bring the flood" o "Middle cyclone".

 

 

Y esto ha sido todo, amigos. Espero de corazón que disfrutéis de esta pequeña y humilde selección musical que os he ido desgranando. Para cualquier consulta o comentario que se os ocurra podéis encontrarme en Twitter como @juanele1917.

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 23 de noviembre de 2021

SÓLO COMPRARÉ DIEZ

 


 

Árboles y libros

Feria en El retiro

 

Entrar en El Retiro es dejar el mundo urbano, su caserío. Aquí no hay tejas arriba ni tejas abajo, expresión que usaba el gran Claudio Sánchez Albornoz.  Hay libros arriba, vulgaridad abajo. Durante la feria, entre el parterre de libros, donde somos el jardinero y el insecto, el alejamiento de la vida corriente es doble. En este parque soy un madrileño de arrabal que se siente un astronauta en otro mundo, en el que, curiosamente, también se respira oxígeno. Aire cargado de letras, imaginaciones y gases nobles, vagando como remolinos de los deseos.

Las estatuas de los héroes desapercibidos me hacen guiños, gestos con sus tendinitis de granito, mueven esas pupilas que miraron a Medusa; el ángel caído señala una dirección. Todos me dicen: Ve al paseo de coches, allí están los libros; en ellos, todo.

 

Las personas sin voluntad tenemos propósitos. Naturalmente, sabemos que no los cumpliremos. Fumaré menos, beberé menos, hablaré más, más simpático seré. El objetivo de hoy es no comprar más de diez libros. ¿Por qué diez? Por lo mismo que cumplir sesenta años me impresiona más que cumplir cincuenta y nueve. Porque la trampa de los números, de lo redondo, de lo rotundo, nos atrapa. Es un cepo en el que estamos a gusto. Creemos, supersticiosamente, que la vida tiene un orden, un propósito, incluso. Mentira. Puedo dividir el tiempo en décadas bien ordenadas, me va a matar igual. Sé que compraré más de diez libros, que no tengo tiempo para leerlos, porque luego vendrán más. No me caben en casa, como no me caben en la cabeza. Compulsión feliz.

En fin, este vicio lector sólo me daña a mí, al tiempo que me da la vida.

 

Otras pasiones, el amor principalmente, atañen también a otros. El amor es gozoso y dañino, vulgar y sublime. Como el amor no puede callar, está muy relacionado con la música. El blog de Tina es una prueba de esto. Canciones y versos, emociones y deseos.

 Diez años ya de leer sus cosas. Seguiremos.

lunes, 22 de noviembre de 2021

ROADHOUSE BLUES Y TÚ


Odio hacer el cambio de armario, es lo único que detesto de las estaciones, siempre fui un poco desastre, con pocas piezas de ropa voy servida.

Saco el montón y, entre las perchas, encuentro tu camisa de cuadros.

Se paraliza mi aliento.

Cierro los ojos, la huelo y aún puedo sentir aquella noche en Père-Lachaise; ocultos, descalzos, tumbados a los pies de Jim mirando la Vía Láctea girar mientras me acariciabas el pelo y yo dibujaba en tu pecho.

Menuda cover, entre gemidos, dejamos al bueno de James, ya ves, supongo que sonreiría o nos llamaría putos bastardos, no sé.

Él siempre creyó en el amor y yo en la libertad de hacerlo.



Cómo te extraño, joder.


Disculpa si fui extrema en aquella respuesta.

El amor es como una copa de vino, si presionas demasiado el filo te cortas, y yo soy de beber en botella.


Han pasado ya diez años, una pandemia, miles de errores, más madurez. En las redes nos seguimos, aun sin mediar palabra, conocemos nuestros pasos. 

Sigues solo.

Sigo sola.

Qué ganas tengo de verte.


Suelto la ropa. 

No quiero pensar, solo sentir.

Quiero devolverme el sueño, el anhelo, el deseo y dejar la sábana fría.

Necesito nuestro café con canela, aquel tequila de 37% que nos dejaba dormidos.

Recuperar nuestra lluvia, mis rizos en tus manos, mis labios en tu cuello.

Nuestra salvaje canción compuesta en un cuerpo siendo dos y que, con esa melodía desafinada, nos amábamos entre acordes tan perdidos como nosotros.

Nos lo merecemos.


«Fueron kilómetros cantando “Roadhouse Blues” los que me llevaron hasta su puerta.




Por un segundo maldije mi impulso y no llamé, pero abrió.

Pude ver su sonrisa y sus preciosos ojos castaños recitando nuestro verbo.


Apartó un mechón de mi cara, me besó y dijo:

—Ha pasado mucho tiempo, ¿qué me traes?

—Tu camisa y un sí, contigo quiero».


Elena, @aylaka2001.


/Gracias, Tina, felicidades por este magnífico blog ♥️./

domingo, 21 de noviembre de 2021

EL TIEMPO NO IMPORTA...


...lo que importa es que tú sigas aquí, "Gitana"...😀

Según la numerología "el 10 reúne todas las características del 1, pero a un nivel superior"... ese en el que tú ya llevas un porrón de tiempo. 

Es agradable para alguien a quien le gusta explicar la vida a base de canciones, encontrar un alma que viaja en su mismo grupo. Conozco poca gente con una cultura musical tan amplia como la de Tina Jara y con tanta pasión por la MÚSICA ( con mayúsculas). 

Tina nos muestra sus heridas y la medicina para curarlas. Nos muestra cuando está bien y cuando está mal, y lo ilustra con música. ¿Qué más se puede pedir?  A mi me gusta hacer lo mismo !!  Pero no me sale tan bien. 

La música es vida. La vida es música. Me encanta sentir eso cada vez que me asomo a este blog. 

Y encantado, agradecido (y emocionado 🎶 😁)... solamente  puedo decir:

Gracias por invitarme a participar. No podría negarme nunca.

Ni siquiera hace 10 años que te conozco, pero es como si te conociera de toda la vida. El tiempo no importa. Lo que importa es que tú sigas aquí. 

Espero que recibas tanto o más cariño del que tú repartes (que no es poco).

Luis Martin.

-TEN YEARS AFTER-  "You Give Me Lovin' "




sábado, 20 de noviembre de 2021

INTERVALOS


 "El paso del tiempo me está poniendo triste de nuevo.

Pero  no olvides las canciones que te han hecho llorar y aquellas

que te han salvado la vidaRubber Ring (Mozzer)


La celebración del paso del tiempo tiene algo de ejercicio de supervivencia. Lo que seguramente celebramos es que podemos seguir celebrando cosas. Quizá por eso, tiene un halo en el que los límites entre tristeza y celebración se llegan a difuminar. Hay gente que lo llama melancolía. 

En este caso son 10 años. Tomando una media aproximada de lo que dura una canción, 10 años serían 59.727 canciones. O 24.300 si fueran todas canciones de Explosions in the Sky.

Y esas más de 59.000 canciones son, sin miedo a equivocarme, el equivalente a un suspiro. O sea que rellenamos los momentos de canciones, ya sea auditiva o emocionalmente, para que a fin de cuentas todo se vaya en un suspiro. O se quede, según se mire.

Una década de desencuentros, de frustraciones, de distancias y de emociones. Y también, por qué no, de luces, de sorpresas agradables y de momentos que te hacen estremecer hasta partes del cuerpo que no sabías que existían. Porque de eso se trata. Usamos la música para que podamos volar sin movernos (Sigur Ros), para que los cuchillos no se queden en la superficie sino que nos atraviesen de lleno (Cigarettes after sex), para que el hígado no solamente nos duela tras una noche de excesos (Red House Painters) o para encontrar esa gasolina invisible que renueva un depósito en el que hace tiempo que no cabe nada más (Idles)

Hay personas que focalizan todo eso a través de sus letras. Compartiendo lo que les entusiasma para provocar eso mismo en los (des)conocidos. Y que tienen la fuerza necesaria para que ¿tanto? tiempo después, puedan seguir celebrando que aunque en el fondo la música sea un lenguaje que no termina de aprenderse nunca, de manera premeditada, la sucesión de canciones ayuda a que, mirando con perspectiva, cualquier intervalo de tiempo se trate de un mero suspiro.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                       Para Tina




viernes, 19 de noviembre de 2021

MANÍAS, PERO LA CULPA FUE DE BETTE DAVIS

 

Dicen que soy una maniática. No sé por qué. Bueno, tal vez sí. El 10 es mi número favorito, y siempre que estoy nerviosa trato de juntar 10 cosas que estén relacionadas entre sí. Por ejemplo, en la sala de espera de la productora de cine donde me habían citado conté, en el mismo intervalo de tiempo, la llamada de un móvil, el zumbido de un aparato de aire acondicionado, la voz barítona de un hombre, la risa de una mujer, el tic tac de un reloj de pilas de pared, el golpe de una puerta al cerrarse, la sirena de una ambulancia, el estruendo de una taladradora, el graznido de una cotorra argentina y, para que no me fallara el número, tosí. En la sala había 10 moscas, ni una más ni una menos. Era un lugar tan aburrido, ni una revista tenía, que me dediqué a contarlas durante la hora que estuve esperando. Me pregunté si habría la misma proporción de machos y de hembras. También me pregunté cómo se sexaban moscas. Oí, por fin, mi nombre. Me levanté, aferrando mi carpeta como si me fuera la vida en ello, y estiré todo lo que pude mi falda. Era más un tic que una necesidad. Conté el número de baldosas del suelo más pulido que había visto en mi vida. Hasta la puerta había 10. Bien. Taconeé con cuidado temiendo resbalar. Hacer el ridículo acabaría con mi poca autoestima. De eso estaba segura. Lo malo es que alcancé a oír las palabras de una mujer que, burlona, me puso como apuesta de juego: «1 euro que se tuerce un tobillo». Me enderecé, levanté la barbilla y eché los hombros hacia atrás. Perdió la apuesta. Salvada la distancia, respiré 10 veces para relajarme. Un pasillo y la puerta 10 (bien, bien, bien). El despacho en el que me sumergí parecía extraído de un garito frecuentado por esos melenudos a los que le gusta el tipo de música que a mí me parece ruido infernal. Olía, además, a tabaco. Colgados por las paredes, un total de 10 carteles con músicos de los que sólo identifiqué a David Bowie. Sobre la mesa del despacho descansaban 10 vasos de cerámica, cada uno de distinto color y forma.  Por supuesto, detrás de un enorme sillón de piel que mostraba su espalda, salía el humo de un cigarrillo. Me entraron ganas de fumar, algo que había hecho horas antes para relajarme. 10 cigarrillos, por supuesto. Carraspeé. El sillón se giró. Esperaba a un hombre y no fue así. La mujer de pelo rojizo, labios pintados de rojo y ojos saltones me recordó a alguien. Una belleza extraña pero muy familiar. Puse la carpeta sobre la mesa y mi cerebro a rebuscar. Consideré varias opciones: La peluquera en cuyas manos no me había vuelto a poner; quizá la camarera de aquel restaurante tan caro donde me prometí volver si se arreglaba mi futuro profesional; o, quizá, la nueva amiguita de mi ex, a la que había enchufado en su próxima película y… ¿cine…? Sí, alguien del cine… Mi cerebro ya lo tenía a todo gas, tanto que cuando escuché «¿está de acuerdo?» me di cuenta de que me había perdido unas cuantas palabras que debían ser de suma importancia. Sonreí intentado no parecer idiota. Asentí. «Pues entonces quedamos en 10 de cada», dijo la mujer. Solo cuando se llevó el cigarrillo a la boca, expulsó el humo, inclinó la cabeza mientras entrecerraba los ojos y jugueteó con los dedos la parte del filtro, caí a quién me recordaba: ¡Bette Davis! Amplié la sonrisa, aliviada. Con un gesto de la mano me indicó que me fuera. Obedecí sin poner en claro qué había aceptado. Por supuesto, al pasar por las mismas baldosas resbaló el tacón derecho y mi cadera hizo un extraño. No miré hacia atrás, respiré hondo y salí con toda la dignidad herida. En la calle me devané los sesos para encontrar la relación que tenían las últimas palabras de la mujer con mi profesión: diseñadora de vestuario. Y me indigné conmigo misma por no aclarar la confusión, pero mucho más al descubrir que me había dejado la carpeta en el despacho. Muerta de ansiedad y vergüenza, comencé a desandar lo andado, cuando llegó un hombre con una caja.

- Oiga, se le ha olvidado esto.

- ¿Esto?

- Los vasos.

Sí, fue justo ese día cuando aborrecí el número 10 (el despacho era el contiguo) y casi mato a la mujer que volvió a apostar que me torcería de nuevo un tobillo (ganó).

 


jueves, 18 de noviembre de 2021

ENTRENADO


Fue hace unos días; diez concretamente. Cercanías Castelló-València. En los auriculares sonaba Quique González cuando el traqueteo me saca del trance y un bolso roza mi brazo levemente. No le hago caso aunque veo cómo cae de él una pequeña tarjeta: “Eugenia Martínez, abogada matrimonial”. 

Mi matrimonio pasaba un mal momento, de hecho, no había matrimonio; ella ya me había dejado y yo necesitaba urgentemente un abogado. La casa, los niños y el coche dependen de ello. 

Me giro y busco desesperadamente ese bolso y veo que desaparece tras la puerta entre vagones. Recojo mis cosas y salgo apresurado en su búsqueda. 

-Hola, perdona, se te ha caído esta tarjeta y quisiera saber si me puedes ayudar. 

-Claro, dime. 

Le conté por encima mi situación y sin buscarlo pero queriendo, la conversación acabó con un “me corro, yo también” en un wc de la Estació del Nord. 

- Bueno, supongo que después de esto ya no puedes ser mi abogada, Eugenia. 

- ¿Eugenia? Me llamo Laura, Eduardo, y no puedo ser tu abogada básicamente porque soy Doctora en la Fe. 

- ¿Y la tarjeta?

- Eugenia es mi abogada, yo también me estoy divorciando, en diez días vuelvo aquí. 

- Vaya, pues... casi como en la canción de Ismael Serrano, dentro de diez días tenemos una cita. 






miércoles, 17 de noviembre de 2021

HABLAR O CALLAR

Acabo de leer una cita anónima que dice: “Si quieres vivir en paz, escucha, observa y calla”, y seguidamente el amigo Freud nos cuenta esto: “Si amas sufres, si no amas, enfermas”. 

Creo que de la misma manera que se sufre hablando, se sufre callando. A la vida le gusta saber qué llevamos dentro. Es tremendamente curiosa. Y con todos mis respetos, querido Sigmund, amando, también se enferma. Es entonces cuando hay que tirar de lealtad.

¿Quién elige quién se vuelve loco?, me dicen los Smashing Pumpkins. Lo que me hace ver que la mejor manera de solventar estos problemas es acudiendo al ingobernable arte. 

Porque a veces vamos por una calle que ni el infierno conoce. Una calle tan triste y mala en la que tropezamos con cada apuro por tontos. Entonces nos sentimos como si no tuviésemos ningún compañero, como si fuésemos nuestro único amigo. Y nos cuesta creer que no haya nadie ahí fuera.

Algunos, en esos momentos recurren a la vasolina, y como moscas, quedan atrapados en ella buscando cosas invisibles. A otros, los más románticos, les basta con la imaginación, con mantener su fe en el amor, que es lo más grandioso que nos llega del señor de arriba. Les gusta ir a la ciudad el viernes para quedarse en la cama hasta el domingo, imaginando. Viviendo por el amor que tienen, no por la realidad.

Los hay también que siguen adelante con firmeza con lo que sea que les embruja. Con esos rayos en cascada cayendo sobre ellos. Abandona los sentimientos inconscientes, es el modo en el que venimos; te sugieren.

Pero lo cierto es que aquí, nos mantenemos o caemos y a la Historia no le importa. No se trata solo de ti, se trata de todos. Estamos a la espera de que caiga el martillo.

Te dicen pues que llegas tarde, que tienes que hacer de tripas corazón; que no lo haces tan bien… Pero no te preocupes, no te estreses, no tengas prisa ni te arrepientas. Levanta tu barbilla por encima de las profundidades. Solo camina hacia tu Rama. Está claro; hazlo todo según tu conveniencia.








Kraak & Smaak - Sweet Time (feat. Izo FitzRoy)


Te dicen que llegas tarde
que es momento de hacer de tripas corazón
que no lo estás haciendo tan bien
que no eres lo que esperábamos
Qué feliz serías 
si tu cadera se quedara quieta por un momento,
sin más éxtasis,
sin más bailes a solas

No necesito preocuparme
No necesito estresarme
No necesito apresurarme
No necesito sudar
No necesito dinero
No necesito arrepentirme

Lo haré a mi conveniencia
(Conveniencia, conveniencia)
Lo haré a mi conveniencia
(Conveniencia, conveniencia)
Lo haré a mi conveniencia

Ya lo veo claro
Una cinta transportadora que lucha
me parece contra los sentimientos
Así que tengo que seguir amando
Hago esto a mi manera,
camino hacia mi Rama*
Tú mejor sigue tu camino

Lo haré a mi conveniencia
(Conveniencia, conveniencia)
Lo haré a mi conveniencia
(Conveniencia, conveniencia)
Lo haré a mi conveniencia, hmm

No necesito preocuparme, no necesito estresarme,
no necesito apresurarme, no necesito sudar,
no necesito dinero, no necesito arrepentirme,
lo haré a mi conveniencia

Nadie me atrapará
Levanto mi barbilla por encima de las profundidades
Nadie me atrapará
Mantengo mi cabeza por encima de lo efímero
Nadie me atrapará
Estoy aquí varada tras el ritmo
Nadie me atrapará

Oh, lo haré a mi conveniencia
Lo haré a mi conveniencia,
Lo haré a mi, lo haré a mi conveniencia
Conveniencia, conveniencia, (conveniencia)
Lo haré a mi conveniencia
Conveniencia, (conveniencia)
Lo haré a mi conveniencia, (conveniencia)

 

Nota*: En la religión hinduista, Rama es un avatar (‘descenso’ de dios) de Visnú, que nació en la India para librarla del yugo del demonio Rávana.