Una brisa nocturna acaricia mi piel
Cierro los ojos y se llena el
vacío
Siento como esas manos
desconocidas
Atrapan mi desnudez como una marea
Pasando del frío al calor
Como un ejército de fuego
Se deslizan por cada rincón de mi
piel
Y cada poro se eriza al contacto
con ellas
No quiero pensar en esas manos
Ya que ahora sé que soñaba
Y las caricias que sentía
No eran más que la brisa nocturna
Porque esas manos que me acariciaban
Nunca fueron las tuyas
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