Antonio Esteve
Ródenas (Elda, Alicante 14/11/36 – Madrid 20/07/04), artística y popularmente
conocido como Antonio Gades.
Aquí, donde no dejo
de abrir cajas de recuerdos, tengo uno guardado desde hace muchos años que ha ido cobrando cada vez más vida en mi
memoria por mi simpatía y cierta cercanía
hacía el partido político al que como trabajador de clase, comunista e
internacionalista perteneció y militó, Antonio Gades, el PCPE.
Quienes puedan
leer este blog o bien me conozcan sabrán de mi pasión por la música y entre
otros estilos, el flamenco.
Desde muy
pequeña lo he escuchado y vivido por tradición familiar. Mis padres, grandes
aficionados me llevaban con ellos a peñas flamencas y fue algo que se me metió
en las venas; a menudo he pensado en que podría haber aborrecido el flamenco
pero eso nunca ocurrió, al revés se quedó y abrasó.
En una peña
flamenca a la que acudíamos a menudo, había un cartel de Carmen (Carlos Saura, 1983) en el que lógicamente aparecían Antonio
Gades y Laura del Sol con una frase que nunca he olvidado “Inspirada en la
novela de Merimée y ópera de Bizet” sólo era eso, pero aquel cartel con Gades tan flamenco y tan majestuoso se me
quedó grabado. Hace un año y medio acompañé a unos amigos al Centro Obrero y
Popular Antonio Gades, sede del PCPE en Madrid y al encontrarme con la imagen
de Gades y la frase (que ya conocía)“Yo
de artista nada porque yo no me considero un artista. Yo me considero un
trabajador, trabajador de la cultura, pero un trabajador”. Esta
coincidencia me hizo recordar aquel cartel de Saura, aparte de que me animaran
a escribir algo sobre él.
En estos tiempos
que corren en los que aunque la gente se une para luchar contra ciertas injusticias, la realidad es que se ha
ido difuminando la esencia de lo colectivo y la unidad obrera. Si hay algo que
nunca hay que olvidar es de dónde venimos y lo que somos, ni perder la
conciencia de clase como individuo pero sobre todo de colectivo porque la
victoria siempre se alcanza en conjunto y unidos.
Hay personas que
desde muy jóvenes saben lo que cuestan las cosas. Luchan con dignidad, trabajo,
esfuerzo y ese aguante inherente e insaciable de la clase obrera. La vida
mancha y no, no mancha a todos por igual.
Mañana, 14 de
noviembre, Antonio Gades hubiese cumplido 79 años, hijo de obrero republicano
siempre tuvo esa conciencia, la de la más pura necesidad, la esencia de la
clase obrera.
Por necesidad
comenzó a bailar rozando el año 50 y sus habilidades le llevaron por todo el
mundo representando diversas obras tanto en ópera/teatro como en el cine. Trabajador disciplinado y luchador incansable,
fue atacado en diferentes ocasiones por la dictadura franquista, intentando que
muchos de sus espectáculos fuesen un fracaso.
Algunos de sus
trabajos más representativos:
En cine
participó en Los tarantos, Fortunata y Jacinta, Días del pasado, Bodas de
Sangre, Carmen, El Amor brujo y Flamenco.
Y en teatro
realizó los montajes de El Amor
Brujo, Bodas de Sangre en donde reunió
todo su saber, sobriedad, seriedad y por encima de todo la esencia de Lorca, Carmen
de Bizet y Fuenteovejuna, su último montaje donde fusionaba a la perfección lo clásico y lo moderno, no sólo por todo lo que representa la obra de Lope de Vega sino por el baile en sí.
Cuba era el
puerto de su vida y allí, donde le baña el mar, descansan sus cenizas,
arraigadas a la tierra que él nunca pisoteó sino que acariciaba con su zapateo.
Antonio, por
aquí siguen haciendo falta tipos como tú. Tu figura, tu baile, tu lucha, tu persona.
…
Pero él ya no
está. Por eso
Antonio Gades, te digo:
lo que yo,
esto que te he dicho,
lo hubiera dicho mejor
Federico.
Antonio Gades, te digo:
lo que yo,
esto que te he dicho,
lo hubiera dicho mejor
Federico.
Rafael Alberti
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