Avanzo descalza por la
amplia estancia casi a oscuras; las cortinas dejan traspasar muy poca luz y aún perdura tu olor en la habitación.
Ahora sólo quedamos tu
viejo gramófono y yo. No he vuelto a cambiar el disco que pusiste antes de
marcharte.
Me acerco y dejo caer la
aguja sobre el vinilo, tú siempre lo hacías así, con delicadeza …con la misma
suavidad que tus dedos recorrían mi cuerpo cuando aún estabas aquí, conmigo.
Suena nuestra canción y
parece que sigues aquí, puedo sentirte… quédate, no te vuelvas a ir, quédate
más, quédate para siempre aunque termine esta canción…
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