Fumo despacio
saboreando cada calada.
Te intuyo en el humo
mientras escucho a Miles.
Como siempre, llevo el pelo despeinado,
Como siempre, llevo el pelo despeinado,
absolutamente imperfecta
así, como soy yo.
Cierro los ojos
y vuelvo a aquel bar del centro,
al fondo, nuestra mesa,
nosotros, mundanos y felices
casi imperceptibles tras la niebla
del bar.
Nuestras risas, cadencia
insuperable
al jazz que da color al local
noche tras noche
noche tras noche
como si rigiera nuestras vidas.
Miles, ajeno a todo, sigue tocando…
Se acaba el humo y tú, también.
... mmm... , sugerente, lindo
ResponderEliminarChapeau!!!
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