Recuerdo mi niñez riéndome de ti en las tardes de piscina.
Recuerdo mi adolescencia siendo amigos y riéndonos de todo.
Recuerdo cómo entre confesiones, alguna me decía que besabas
como un ángel.
Recuerdo que siempre sonaban Dire Straits y me decías: ¡dale
un poco de caña eso!
Recuerdo que ponías entre las cuerdas a más de uno cuando
veías que tenía tema.
Recuerdo crecer y nos veo en aquel bar viendo unas fotos
juntos.
Recuerdo que me miraste cómo nunca antes lo habías hecho.
Recuerdo caer en tus redes sin mucho esfuerzo.
Recuerdo mi sinceridad aplastándote sin clemencia.
Recuerdo cómo me desechaste sin compasión.
Recuerdo mi corazón como una roca sin vida.
Recuerdo que busqué otro calor y no te gustó.
Recuerdo la facilidad con que me hiciste volver.
Recuerdo tu mirada en mis labios pintados.
Recuerdo que no me dejabas ir.
Recuerdo el tiempo y el espacio que nos separó.
Recuerdo esa noche cuando te diste la vuelta y desapareciste
con ella.
Recuerdo las drogas y el alcohol que recorrieron mis venas y
abrieron mi cabeza.
Recuerdo aún así nuestra amistad hecha de forjas y aceros.
Recuerdo cómo me decías todo lo que me merecía y hurgabas en
los rescoldos.
Recuerdo sentir encender esa llama sagrada que tú y yo
conocemos.
Recuerdo apresurarme a echarle agua porque ya me quemaba.
Recuerdo tenerte guardado en el cajón del tiempo.
Recuerdo soñar hace poco que cuestionabas mis recuerdos.
Recuerdo en ese sueño gritarte: NO BORRES MIS RECUERDOS.
Me ha gustado mucho,Tina, y triste.
ResponderEliminarPatricia
Bueno, a veces los recuerdos, las vivencias y sobre todo el amor son tristes, pero lo importante es vivirlo para poder contarlo y sacarte la espinita
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