Sabes muy bien que nunca te entendieron.
Y que normalmente te daba igual,
pues siempre fuiste capaz de reconocer a los ignorantes
y eso te daba cierto poder aunque nunca lo utilizaste.
Reconócelo, nunca te lo hubieras perdonado.
Sabes que tú tuviste suerte,
alguien que siempre te quiso y que siempre estuvo a tu lado
te descubrió el camino
pero no todo el mundo podía verlo
sólo para tus ojos, sólo para tu sensibilidad.
Sabes que cuando reconocías a un igual,
te creías que habías encontrado un pedazo de felicidad
pero eran sólo instantes y tan pocas las veces.
Incluso en ocasiones, ellos que no tenían tu mismo radar,
no eran capaces de reconocerte
y eso te dolía tanto que pocas cosas podían amortiguar tu
caída.
Levántate siempre porque hay más gente como tú
aunque a veces te lleve toda una vida encontrarla.
Sé muy bien que ahora, algo te axfisia la garganta,
no pasa nada, llora.
Algún día ellos te reconocerán.
me basta con reconocer mi propia alma...
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