sábado, 10 de noviembre de 2018

CUANDO

Ayer por la tarde volvía en autobús a casa. ¿Y? Pues eso, que iba en autobús, cosa rara en mí.

No conducía, aunque me hubiera gustado hacerlo, el bus, claro. Ello me permitía ir sumido en esos pensamientos que todos tenemos cuando vamos en un medio de transporte. También, esa altura donde están colocados los asientos en los autobuses me permitía tener un punto de vista más elevado desde donde observar carretera y paisaje.

Ni que decir tiene que llevaba los cascos puestos escuchando música.

A eso de las ocho y media de la tarde, desde mi atalaya disfruté de un espectacular y eterno atardecer castellano. El sol se estaba despidiendo por hoy inundando el horizonte de esos tonos azul-amarillentos-rojizos-anaranjados, dejando una imagen conmovedora fácil de retener en la retina y difícil en la cámara de fotos del móvil.

Irónicamente, en esos momentos estaba sonando esta canción que habla de optimismo, estallido de vida y de que todo vuelve a empezar cada día, en lugar de pesimismo, recogimiento y fechas de caducidad, sentimientos que suele provocar la llegada de la noche.

Felicidades Tina por esos 7 añazos. Sé que es un número importante para ti -ahora que lo pienso yo no tengo un número importante, tendré que buscarlo-.

Gracias enormes por el esfuerzo de mantener este trocito de ciberespacio en forma de corazón.


 


Una colaboración de Paco de la Torre 


1 comentario:

  1. ¡Muchísimas gracias por colaborar en el aniversario del blog, Paco! yo viajo mucho en transporte público, da para pensar siempre mucho y para sacar el móvil para fotografíar amaneceres y atardeceres que no son el reflejo de lo que tus ojos están viendo. Un placer contar contigo. Un fuerte abrazo y gracias!

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