lunes, 12 de noviembre de 2018

PROMENADE DE NADA



(A veces creemos ir muy lejos, pero siempre caminamos en círculos.)

Camina con la escopeta de perdigones en la mano.
-Pero hombre, no andes así, que te ven los pájaros. No vas a cazar ni un estornino.-La hija del que habla mira al muchacho con tales ojos, se diría que ella sí es cazadora ilusionada.
Lo cierto es que tomó la escopeta para pasear con una excusa, pues oye que pasear por pasear es perder el tiempo. Vaga confortado por el verdor, soñando, deteniéndose ante una manzanal con frutos rojos. Apunta pero no dispara, como si la manzana colorada pudiese sangrar chorreando bermellón con un ay.
Mira la casa abandonada, el musgo sobre la pizarra, las vigas de madera hechas migas,  muros caídos, la maleza enseñoreada; mira la casa abandonada con pena, como si la hubiese habitado él. 
Camina con la escopeta de perdigones.
Cerezo alto sobre la ladera en cuyos brazos se encamaba de niño 
Meda amarilla con la punta del  palo oscuro asomando por arriba
Babas de vacas en la fuente donde se niegan a beber los caballos
Agua transparente de la poza negra
Sapos entre coles y berzas
Avispero en la nogal frondosa
Olor a madera y polvo en la iglesia
Lápida con dos tibias cruzadas y calavera
Cacas de vaca como pasteles de broma
Regatos cristalinos cantarines refulgentes adornando los caminos como joyas en brazos femeninos.
Camina con la escopeta.
Dispara balas trazadoras fantásticas hacia el futuro, marcando rutas a seguir en su imaginación. ¿Seguirá estudiando? ¿Y luego? Es incapaz de verse trabajando. ¿En qué? Como no sea de bibliotecario. No sabe hacer nada.
Ha salido a pasear para no odiar a su madre. Ella llora porque el chico no sale con los demás muchachos.  Él se siente culpable, raro, irremediable. Hasta que la abuela, aldeana iletrada, dice: pero déjale, si él es feliz así…
Camina.



Una colaboración por Luis Miguel Sotillo Castro

2 comentarios:

  1. Muchísimas gracias, Luismi por aceptar la invitación para escribir en el blog, por leerme siempre con tan buenos ojos y por ser tan buena gente.
    Me ha encantado el relato. Me ha recordado mucho a mi padre, me ha entrado nostalgia y me ha parecido enternecedor.
    Por cierto...creo que deberías tener tu propio blog, escribes de lujo. Besaco!

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por todo, Tina. No tengo conocimientos tecnicos para hacer un blog atractivo. Voy amontonando mis ocurrencias en mi "Pánfilo" de Facebook. Besos.

    ResponderEliminar