lunes, 26 de noviembre de 2018

JACK DANIEL'S OLD No 7... ¡PURO ROCK AND ROLL!


Las "cajas en forma de corazón" de Tina (Tina's Heart Shaped Boxes), repletas de música inspirada e inspiradora de recuerdos, sensaciones y reflexiones en forma de relatos y poemas, cumplen nada menos que siete años. Desde luego, no es una cifra cualquiera y merece una celebración a la altura de tal aniversario...
El siete siempre ha sido considerado un número místico, con cierto poder mágico y asociado también a la fortuna o la buena suerte. El "7", escribámoslo así para despojarlo de su lastre como palabra y realzar su importancia como guarismo, simboliza el conocimiento y la vida interior. Se dice del 7 que sirve de puente entre lo terrenal y lo espiritual, al contener el 4 que identifica a los elementos naturales y el 3 que representa el dogma de la Trinidad y la perfección pitagórica. El 7 parece regir nuestra existencia a muchos otros niveles. Por ejemplo, ordenándola en semanas que imitan el mito de la Creación y estableciendo ciertos límites que enfrentan los pecados capitales a las virtudes teologales, o a las que acompañan en su camino al guerrero del Bushido japonés. Y lo hace sobre un trozo de roca ("la tercera a partir del Sol", como dijo Jimi Hendrix) que, surcada por el romanticismo casi novelesco de los siete mares, perteneció al septenario astrológico de los antiguos griegos ratificado, después, por la astronomía de Kepler. El Cine se sumó a las seis artes clásicas, que en número de siete nos han dado desde enanitos a infiernos dantescos, samuráis y mercenarios del Far West, y también la sistematización de frecuencias alrededor de, cómo no, siete notas musicales.

Jack Daniel's Old No 7

          Es indudable que el 7 ejerce una gran fascinación. Sedujo a Jasper Newton Daniel, joven fundador de una destilería próxima al manantial conocido como Cave Spring Hollow en Lynchburg, Tennessee, que decidió etiquetar su whisky como "Old No 7". Aunque dicha etiqueta indica 1866, los registros históricos datan la fundación en torno a 1875. También existen dudas sobre la fecha de nacimiento del propio fundador, al que nos permitiremos la familiaridad de llamar "Jack" Daniel. Son lagunas propias de siglos pretéritos que contribuyen, sin suponer realmente una intriga, a engrandecer el mito envolviéndolo en misterio. Igualmente ocurre con el mencionado número 7 de la icónica etiqueta de Jack Daniel's. Se han enunciado numerosas teorías para explicarlo que, curiosamente, no mencionan la coincidencia de que Lynchburg sea también conocida como la ciudad de las siete colinas por su orografía romana. Entre las más peregrinas, está la que sostiene que Jack Daniel habría mantenido relación con varias novias, siendo su favorita la séptima. Algunas apuntan al método de elaboración, argumentando que la receta número 7 fue la definitiva o que para lograr las características adecuadas las burbujas de la fermentación debían alcanzar el tamaño de un perdigón del 7. Y otras, mucho más pragmáticas, apuntan a que la destilería era la séptima a lo largo del río James o que simplemente fue el número asignado por el gobierno al formalizar el registro de la empresa y que, a pesar de que por motivos fiscales acabó siendo la dieciséis, se mantuvo en la etiqueta por razones comerciales.

Jack Daniel's Old No 7... ¡puro rock and roll!

        Sin embargo ninguna de esas teorías, y aún menos la que hace referencia a las novias de Mr. Daniel, justifica el porqué del adjetivo "old" que precede al número 7. Un misterio más. Ese "old" nos remite a lo clásico, lo lejano en el tiempo, lo duradero y reposado, lo maduro o, como se ha extendido en los últimos años, lo vintage. Por eso, quizá, el bourbon es precisamente el ingrediente básico de uno de los cocktails más antiguos que se conocen y el primero en tener nombre propio: el "Old Fashioned" (que podríamos traducir como chapado a la antigua). En esa línea el "Old No 7" de Jack Daniel's parece el acompañamiento perfecto para aquel "Old time Rock and Roll" al que cantaba Bob Seger en favor de otros géneros musicales y que, en cierta modo, también podría decirse que vino a nacer por tierras de Tennessee. El rock and roll y su vieja escuela se han convertido, para quienes tantas veces nos encontramos fuera de momento y lugar, en el mítico Shangri-La donde resguardarse del pensamiento adocenado, de los sentimientos teledirigidos, de las emociones artificiales, de la superviviencia (que no vida) acelerada, de los placeres sintéticos, del atrevido anonimato de los nicks, de los escaparates de felicidad impostada, de los valores cuestionados y de las alternativas cuestionables. De un tiempo, al fin y al cabo, caracterizado por la personalidad doblegada y los espíritus domados.
De hecho, en los orígenes del "Old Nº 7" la música también tuvo cierta relevancia: el propio Jack Daniel reunió una pequeña banda de músicos locales, una de las conocidas como gazebo bands por animar celebraciones tocando sobre kioscos o veladores (gazebo en inglés), para atraer al público a su local de despacho de bebidas. A partir de esa conexión musical, resulta ya difícil desligar el "Old No 7" de Jack Daniel's de la iconografía del rock and roll, para cuyos amantes se ha convertido en bandera de autenticidad. Un símbolo de actitud, tan mitificado como las señales de la Route 66, las perillas de control de una Gibson o las burbujas del arco multicolor de una Wurtlitzer.

Jimmy Page (Led Zeppelin)... & Jack Daniels Old No 7

Keith Richards (The Rolling Stones)... & Jack Daniels Old No 7

The Everly Brothers escribieron una canción titulada "Jack Daniel's Old No 7" en la que un hombre cambia a su amante por una colección de botellas de Lynchburg, Tennessee. Por supuesto, Jerry Lee Lewis (The Killer) no se privó de hacer su propia versión. Son muchas las fotografías de bandas como Led Zeppelin y The Rolling Stones en las que una botella de "Old No 7" se convierte en el atrezzo imprescindible de encuentros, fiestas,  ensayos y conciertos a los que se sumaban desde Tina Turner a David Bowie. De hecho, se cuenta que Mick Jagger hubo de proscribir temporalmente su presencia para atemperar la afición de su compañero Keith Richards por dicha marca. También Tom Petty o Bon Scott se dejaron retratar en compañía de la mítica botella y Michael Anthony, de Van Halen, se hizo fabricar un bajo con su forma. El hard rock más contemporáneo tampoco es ajeno al "Old Nº 7": son legendarios los tragos de Tommy Lee durante sus solos de batería en los conciertos de Mötley Crüe, y archiconocida la imagen interior de los "Use your illusion" de Guns N' Roses en la que Slash agarra con ambas manos una imprescindible botella de Jack Daniel's. En el caso de Lemmy Kilmister de Motörhead, el "Old No 7" parece una extensión de su propio brazo. La etiqueta negra y blanca ha inspirado carátulas como la del único álbum en directo de Pantera, o camisetas como las omnipresentes de Loquillo y Trogloditas a finales de los ochenta en las que el logo del Pájaro Loco se insertaba en el diseño de Jack Daniel's. Y es que el "Old No 7" no entiende de nacionalidades, porque tampoco es raro ver una botella cuadrada sobre el piano del queridísimo Johnny Burning.

Slash (Guns N' Roses)... & Jack Daniels Old No 7

Lemmy Kilmister (Mötorhead)... & Jack Daniels Old No 7

Parece ser que fue Frank Sinatra quien lanzó el "Old No7" al estrellato cuando sus ventas no eran mayoritarias. Allá por 1947 se lo descubrió el cómico Jackie Gleason y, desde entonces, no dudó en consumirlo durante sus recitales presentándolo como néctar de dioses o el mejor licor del mundo. Las ventas de la marca se dispararon y la botella de Jack Daniel's casi terminó siendo el sexto miembro del Rat Pack. No por nada cuando Dean Martin cantaba aquello de I love Vegas... añadía a continuación ...like Sinatra loves Jack Daniel's. No era precisamente Frank Sinatra el mayor abanderado del rock and roll, pero desde luego no se le puede negar autenticidad. Él inventó el negocio. Él fue el presidente del consejo (the chairman of the board). Y él empezó la leyenda musical del "Old No 7" hermanando en el fondo de una copa de bourbon una pluralidad de estilos, de artistas heterogéneos, mensajes y, sobre todo, buen gusto y savoir faire.

Dean, Sammy, Frank... & Jack Daniels Old No 7

El caso es que el blog "Tina's Heart Shaped Boxes" también lleva ya siete años orbitando alrededor del rock and roll sin complejos ni cortapisas, "vertiéndose" (como la propia autora dice) en textos inspirados por una ecléctica selección musical, pero también literaria y cinematográfica. Como en el fondo de un "Old No 7", aquí hay sitio para todos. Nadie está de más: de las gasolineras de Faulkner a la cercanía de Willy DeVille, pasando por Manuel de Molina, M-Clan o las sentidas despedidas a Leonard Cohen y Lou Reed
Un blog a corazón abierto que, como el buen whisky, se hace gota a gota con mimo y dedicación y que, administrado en pequeñas dosis, calienta y reconforta el interior. Un blog que, como el rock and roll, es un buen refugio para outsiders.
Tomen pues una copa entre los dedos, elijan bien los surcos de vinilo por donde van a dejarse llevar, y disfruten de la musical y hermosa manera de ver el mundo de "Tina's Heart Shaped Boxes".
Siete años ya. Siete.
Cheers!

Una colaboración de  anaquelesabarrotados.com / twitter: @anaquelesabarr1)

1 comentario:

  1. Gracial mil, Ana por aceptar escribir en el blog y además hacer una entrada tan currada, personalizada y musical con el número 7. Muy agradecida con que hayas tenido tan en cuenta al escribir en este pequeño blog mis gustos y enlazar de esta manera tan increíble a tantos artistas a los que admiro y de los que llevo años disfrutando.
    ¡Un beso!

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