miércoles, 24 de noviembre de 2021

10 PROPUESTAS PARA ALIMENTAR TU MELOMANÍA

Juan M. López

Agradezco a mi apreciada Tina la oportunidad que me brinda de escribir en el décimo aniversario de su blog. Llevo desde mi más temprana infancia oyendo, investigando y amando (casi) todo tipo de música. Primero de las cintas de casete grabadas por mi padre en sus tiempos como emigrante en el extranjero. Más tarde como profesional en una potente y tristemente desaparecida cadena de tiendas de discos, y permanentemente como incansable buscador y amante de causas perdidas y artistas con suerte dispar, tanto en su recorrido en el negocio discográfico como en su repercusión para medios y público en general.

 

Algunos de los músicos y bandas de los que me dispongo a hablaros son considerados estrellas en sus propios países o reverenciados como artistas de culto. Otros simplemente han tenido una carrera corta que por diferentes motivos no les han permitido alcanzar el status de éxito que, a mi juicio, merecerían. A algunos ya los conoceréis y eso dirá mucho de vuestro buen gusto. A los que no, os brindo humildemente la oportunidad de que indaguéis en su obra.

 

Comenzamos:

 

#1 Gil Scott-Heron.

 

Mientras las emisoras norteamericanas se llenaban de música funk y soul en los años 60 y 70, Gil Scott-Heron (1949-2011) ponía silenciosamente las bases para la aparición del rap con sus actuaciones de spoken word, acompañado tan sólo por un percusionista y una brillante poesía reivindicativa de la justicia social y los derechos civiles ("The revolution will not be televised", "Whitey on the moon"...). Poco más tarde, junto al pianista Brian Jackson y su banda, su voz poderosa y profunda y sus letras críticas y aceradas se sumergirán en las aguas del jazz y el soul, creando algunas de las obras más estimulantes e igualmente críticas y reivindicativas de la música negra de finales del siglo XX. Su primer álbum con banda, titulado "Pieces of a man" (1971), es ya un brillante compendio de hacia dónde dirigirá sus pasos en adelante.

 

Enfermo de SIDA debido a una época de adicción a las drogas, fallecía en Nueva York en 2011 a los 62 años, habiendo dejado ya un rosario compuesto de 20 buenos álbumes plagados de temas que hoy son clásicos, como "The bridge", "Winter in America", o el ya citado "Pieces of a man", amén de un par de novelas y un poemario. Y para quien quiera saber más en detalle acerca de su vida, Libros del Kultrum tiene editada en nuestro país su autobiografía, titulada "Con las horas cantadas".

 

* Gil Scott-Heron, "A sign of the ages".

 

 

#2 Johnny Hartmann.

 

Don John Maurice Hartmann (1923-1983) tuvo la desgracia de grabar uno de los mejores álbumes de baladas de su carrera ("John Coltrane & Johnny Hartmann", 1963) junto al inmortal Coltrane y su cuarteto estrella, ese formado junto a McCoy Tyner al piano, Jimmy Garrison al contrabajo y Elvin Jones a la batería (la misma formación que registrarían en esa época sin parangón de finales de los 60's los soberbios álbumes "Crescent" o "A love supreme"). Y fue una desgracia porque, salvo con sus discos "I just dropped by to say hello" y "The voice that is", ambos firmados también para el sello Impulse, el bueno de Hartmann a duras penas volvería a alcanzar las cotas alcanzadas en estas tres ocasiones en sus grabaciones posteriores.

 

Baladista de voz varonil y aterciopelada y con una dicción envidiable, Hartmann comenzó su carrera acompañando a Earl Hines, Dizzy Gillespie y Errol Garner. Tras su paso por Impulse y otros sellos de menor entidad, y debido a la orientación del público americano hacia estilos más modernos, su carrera discográfica se tornó irregular, continuando su periplo musical en otros países como Japón o Australia, y en pequeños salones de ciudades como Nueva York o Chicago, lo que no le privó, a pesar de todo, de ser nominado a los premios Grammy como mejor cantante de jazz en 1981. La selección de varios de sus temas para la banda sonora de "Los puentes de Madison" (1995) por parte de Clint Eastwood (como sabéis, un gran amante del jazz) nos lo rescató del olvido, esperemos que para siempre.

 

* Johnny Hartmann, "Charade".

 

 

#3 Van Der Graaf Generator.

 

Por lo general, cuando hablamos de la edad de oro del rock sinfónico y/o progresivo nuestra mente se dirige hacia bandas de sobra conocidas y muy populares entre nosotros, como puedan ser Yes, Genesis, Emerson, Lake & Palmer, Camel o King Crimson. Los patitos feos de esta historia podrían ser Soft Machine, los inquietos Can, o los que en este caso nos ocupan, los británicos Van Der Graaf Generator, banda venerada por los melómanos de pro.

 

Formados en Manchester allá por 1967, toman su nombre de un aparato generador de electricidad estática, con errata ortográfica incluida. El núcleo duro de la banda, que sufrirá frecuentes cambios, será el formado por Peter Hammill (voz, guitarra) junto a Hugh Banton (teclados, bajo, coros), David Jackson (saxos, flauta) y Guy Evans (batería y percusión). La banda se mantiene en activo hasta hoy, con algunos paréntesis amistosos de varios años en los que Hammill ha desarrollado su carrera en solitario (¡¡acompañado por sus propios compañeros de Van Der Graaf!!). Su segundo LP, "The Least We Can Do Is Wave To Each Other" (1970) dejará atrás los tintes sicodélicos de "The aerosol grey machine" (1969) y es una joya del género que marcará su trayectoria posterior. Su sonido, arquetípico en este tipo de formaciones (influencias del jazz y el blues, composiciones largas y enrevesadas, temáticas conceptuales...) toma un giro más oscuro y experimental a partir de su tercer álbum, titulado "H to He, Who Am the Only One" (también de 1970). Hasta el momento dejan trece discos de estudio y dos directos, además de algunas recopilaciones. Anuncian nuevo álbum y actuaciones en 2022.

 

* Van Der Graaf Generator, "Darkness".

 

 

#4 John Campbell.

 

John Campbell era un fenómeno de la naturaleza destinado a marcar un antes y un después en la música blues. Bautizado como John Allen Campbell (Shreveport, Louisiana, 1952-1993) tuvo unos inicios musicales sin demasiada fortuna, tanto en solitario como con su banda "Junction" (1973) en los alrededores de Texas, zona donde malvivía profesionalmente. Disuelta su banda algunos más tarde, y tras girar por Texas y su Luisiana natal mayormente, decide trasladarse a Nueva York en 1985 integrándose en la escena del blues de la ciudad. Tras realizar algunas grabaciones con poca repercusión en sellos menores, firma con Elektra y graba sus dos discos más notables, dos apabullantes álbumes titulados "One Believer" (1991) y "Howlin Mercy" (1993), que a la postre supondrán su testamento musical justo cuando su nombre empezaba a alcanzar notoriedad.

 

El amable Campbell estaba dotado de una tremenda y singular técnica con el slide y de una presencia en el escenario que podríamos calificar como inquietante por su rictus hierático que contrastaba con la tormenta de decibelios desplegada junto a su banda. A diferencia de la gran mayoría de bluesmen, Campbell no usaba guitarras eléctricas y solía tocar acompañado de una guitarra acústica Gibson con resonador, o bien de una steel guitar construida en 1934 por la firma National. Poseía, asimismo, una voz poderosa y oscura que hacía suyas las versiones que interpretaba ("When the levee breaks", "Way down in the hole"...). Afectado por problemas de salud habituales, motivados por un grave accidente de coche sufrido en su infancia, un infarto se lo lleva a la tumba privándonos de su arte a los 41 años de edad.

 

* John Campbell, "When the levee breaks".

 

 

#5 Live Skull.

 

Live Skull nacen en la ciudad de New York en 1982, con los guitarristas Tom Payne y Mark C. como miembros principales de la banda. Junto a Swans, Sonic Youth, Suicide o Lydia Lunch integran el movimiento No-Wave y Noise de la ciudad. Graban un EP y dos discos de larga duración para el sello indie Homestead, en los que las guitarras adoptan un papel predominante sobre la voz. La llegada a la banda de Thalia Zedek en 1987 pondrá la voz en un papel más preponderante y permitirá a ambos guitarristas centrarse más en la construcción de melodías, llegando de paso a un público más “amplio”, dentro de la amplitud del éxito que pueda tener una banda considerada de culto.

 

Tras firmar por el sello Caroline, lanzan en 1988 el EP “Snuffer” y un año más tarde el soberbio álbum “Positraction”, su trabajo más “asequible” (sí, de nuevo entre comillas) hasta la fecha. En el disco se aprecia la capacidad de Payne y C. para tejer punzantes y abrasivas, pero sin embargo oscuras y bellas melodías de guitarras que por momentos parecen dialogar entre sí, acompañadas por la arenosa y pasional voz de Zedek y por una sólida sección rítmica a cargo de Richard Hutchins y Zonda Andersson. Todo ello conforma un sonido enérgico y lleno de aristas, pero con un decidido carácter arty. La falta de éxito comercial los llevará a disolverse en 1990.

 

Treinta años después, en el verano de 2019, Marc C. y Richard Hutchins anuncian el resurgimiento de la banda con un nuevo álbum bajo el brazo que lleva por título “Saturday night massacre”, con apariciones estelares de Thalia Zedek y Marnie Jaffe. Un año más tarde vuelven a publicar disco ("Dangerous visions", 2020), esta vez mezclando canciones nuevas con material inédito de los años 80´s. Siempre es un buen momento para darles una oportunidad...

 

* Live Skull, "Riches house".

 

 

#6 Marlene Kuntz.

 

Siempre me he preguntado por qué apenas llegan a nuestro país bandas europeas que gozaron o gozan de bastante éxito y reputación en sus países de origen. Pareciese que el privilegio de invadirnos musicalmente sólo perteneciera a los músicos británicos y americanos.

 

En relación a esto, hoy quiero hablaros de Marlene Kuntz, banda italiana nacida en Cuneo allá por 1990. Su núcleo duro es el formado por Riccardo Tessio (guitarra), Luca Bergia (batería) y Cristiano Godano (guitarra, voz y textos). Cubiertos bajo el omnipresente influjo noise de Sonic Youth, su obra va ganando con el tiempo en matices poéticos en sus letras y delicados y barrocos arreglos en su música, algo que sus fans más recalcitrantes llegaron a echarles en cara, a lo que ellos respondían que evolucionar era síntoma de estar vivos como banda. A pesar de todo nunca han llegado a perder la intensidad eléctrica que caracteriza a su sonido. Prueba de ello son sus últimos trabajos “Nella tua luce” y “Lunga atessa”, inflamados por igual de luces y oscuridad.

En su amplia discografía, en la que encontramos un alto nivel compositivo permanente en el tiempo, se hallan colaboraciones con talentos como Paolo Conte, Warren Ellis, Skin o Howie B.

 

Su último trabajo hasta el momento data de 2020, tratándose de un álbum en solitario de Cristiano Godano titulado “ Mi ero perso il cuore”, de marcado carácter intimista. Durante 2021 han actuado en Italia y diversos países de Europa en la gira Post-Pandemic Tour (una vez más sin pisar nuestro país).

 

# Marlene Kuntz, "Seduzione".

 

 

 

#7 Richmond Fontaine.

 

Richmond Fontaine es el vehículo a través del cual cobran vida los textos de Willy Vlautyn. Vlautyn, a quien el diario The Independent llegó a calificar como el Dylan de los marginados, ha publicado ya seis novelas y también suele realizar espectáculos de spoken word con sus escritos. En sus canciones suele hablar de historias crudas y descarnadas, de gente embarcada en su propio naufragio, de rupturas y pérdidas. Crónicas de lo que en los USA llaman White Trash, esa clase obrera blanca y pobre de solemnidad, que sobrevive sin apenas trabajo, dinero ni esperanzas. Activos desde 1994 hasta 2016, Richmond Fontaine comenzaron practicando una simbiosis entre punk y americana, con el resultado de tres discos de los que el propio Vlautyn mostraría cierta insatisfacción posteriormente, aunque para mi gusto, en ellos hay escondidas canciones que son verdaderas joyas country, como “Hope and repair”, “Contrails ”, “Four hours out”, “Cascade”, o la enérgica “White line fever”.

 

Asentados posteriormente en el country rock alternativo (se les llegó a comparar con Uncle Tupelo) produjeron ocho discos de estudio más, siendo obras excepcionales los titulados “Post to wire”, “The Fitzgerald” y “Thirteen cities”. Con el tiempo su sonido se ha ido relajando, aunque sigue resultando igual de estremecedor, hasta llegar al titulado “You Can't Go Back If There's Nothing To Go Back To, de 2016. “No puedes volver si no hay nada a lo que volver”, un titulo que resume a la perfección el espíritu de sus letras, pues es complicado recuperar algo cuando se han quemado todos los puentes, ¿verdad, amigos? En 2017 volvieron a reunirse para grabar “Don’t Skip Out On Me”, álbum instrumental que pretende servir de banda sonora a la ultima novela del mismo título publicada por Vlautyn. Paralelamente estos últimos años, Vlautyn y algunos miembros de The Minus 5 y The Decemberists han publicado un par de discos bajo el nombre de The Delines, con Amy Boone de The Damnations a la voz.

 

#Richmond Fontaine "Polaroid".

 

 

 

#8 Giardini di Mirò.

 

Giardini di Mirò es una frase que suele aparecer, a modo de cameo, en las películas del director de cine Michelangelo Antonioni. También es el nombre de nuestra segunda banda italiana en este compendio musical. Formados en 1995 por Corrado Nuccini y Giuseppe Camuncoli, mientras ambos (originarios de Reggio Emilia) cursaban estudios en la universidad de Bolonia.

La banda sumó integrantes hasta alcanzar el número de seis, entre los que ya no se encuentra Camuncoli. Su música es una atractiva y a veces muy emotiva combinación de diversos elementos (post rock, psicodelia, shoegaze, dream pop, post punk, metales, electrónica...) que ha dado su fruto en forma de 10 álbumes, algunos de ellos instrumentales, bastante coherentes a nivel cualitativo. Completa su discografía una larga sarta de EP´s y singles, remixes, una banda sonora y un par de recopilatorios. Suelen girar por toda Europa y hay leyendas que dicen que alguna vez tocaron incluso en algún festival del norte de España. De nuevo, poco bagaje en nuestro país para una banda que mereceríamos ver más por aquí. Para compensarlo os dejo un par de temas suyos en vídeo, la deliciosa "Dividing opinions" y la sugerente "Flat heart society", tema este que representa a la perfección el grueso de su sonido. Una formazione da non perdere!!!

 

 

 

#9 Earl Greyhound

 

Si eres aficionada o aficionado al rock, seguro que disfrutas con alguno de esos intensos tríos de blues rock y hard rock que han formado parte de la historia desde los años setenta del siglo pasado hasta nuestros días. No creo que haga falta mencionar nombres. Seguro que se te vienen a la cabeza más de una formación capaz de desatar una tormenta tan sólo con guitarra, bajo y batería.

 

Earl Greyhound es uno de estos tríos a los que hago referencia. De nuevo con una trayectoria casi efímera, se forman en Brooklyn allá por 2003, dándose un descanso en 2012 del que aún no han salido, a pesar de no haber anunciado nunca su disolución como banda. En su trayectoria artística se cuentan varios EP.s y singles y un par de discos de estudio la mar de recomendables, "Soft Targets" de 2006 (que abre con este cañonazo) y "Suspicious package", que contiene perlas como ésta o ésta, de 2010, así como un directo titulado "I'm in Jupiter waving my arms at you" como colofón a su obra, lanzado en 2010.

Como os comentaba, una potente e interesante formación de trio integrada por Matt Whyte a la guitarra, Kamara Thomas al bajo y Ricc Sheridan a la batería. Si bien de Sheridan no se sabe nada nuevo a nivel artístico, tanto Kamara Thomas como Matt Whyte siguen en activo. La primera dedicada a proyectos teatrales alternativos y al frente de la banda The Ghost Gamblers, con quienes transita caminos más cercanos al country, mientras Whyte se ha dedicado a componer e interpretar desde techno a bossanova y ha publicado un disco bajo el seudónimo de Rupe Shearns titulado "To a deer outside Ithaca". A ambos los podéis encontrar en las plataformas musicales habituales.

 

 

 

#10 Neko Case

 

Termino este breve compendio musical con una de mis artistas favoritas. Y para terminar he decidido obviar los detalles referentes a fechas, lugares y circunstancias que jalonan su carrera. Prefiero que sea su música quien os hable de ella y que ustedes mismos busquéis más datos de ella si os llama la atención. Comentaros, eso sí, que esta estimulante interprete de country alternativo, con un marcado espíritu punk en lo personal, no es desconocida ni tiene una carrera breve. Al contrario, desde sus inicios ha tenido éxito gracias a unos discos soberbios, tanto con su banda como en otras colaboraciones, junto al colectivo The New Pornographers, etc.

 

Personalmente estoy enamorado de su voz y de la intensidad que de una manera o de otra impregnan su obra, junto a una banda que funciona como un reloj suizo, tanto en estudio como en directo. Si me preguntáis, por último, con qué discos introduciros en su música, aconsejaría los fantásticos "Blacklisted", "Fox confessor bring the flood" o "Middle cyclone".

 

 

Y esto ha sido todo, amigos. Espero de corazón que disfrutéis de esta pequeña y humilde selección musical que os he ido desgranando. Para cualquier consulta o comentario que se os ocurra podéis encontrarme en Twitter como @juanele1917.

 

 

 

 

 

 

 

 

1 comentario:

  1. Juanele, mil gracias por aceptar esta invitación y estrenarte colaborando en mi blog con esta entrada tan currada y por descubrirme a varios grupos. Gracias por ser tan persona, por ser un amante de las causas perdidas. Se te quiere. Un abrazaco.

    ResponderEliminar