"El paso del tiempo me está poniendo triste de nuevo.
Pero no olvides las canciones que te han hecho llorar y aquellas
que te han salvado la vida" Rubber Ring (Mozzer)
La celebración del paso del tiempo tiene algo de ejercicio de supervivencia. Lo que seguramente celebramos es que podemos seguir celebrando cosas. Quizá por eso, tiene un halo en el que los límites entre tristeza y celebración se llegan a difuminar. Hay gente que lo llama melancolía.
En este caso son 10 años. Tomando una media aproximada de lo que dura una canción, 10 años serían 59.727 canciones. O 24.300 si fueran todas canciones de Explosions in the Sky.
Y esas más de 59.000 canciones
son, sin miedo a equivocarme, el equivalente a un suspiro. O sea que rellenamos
los momentos de canciones, ya sea auditiva o emocionalmente, para que a fin de
cuentas todo se vaya en un suspiro. O se quede, según se mire.
Una década de desencuentros, de
frustraciones, de distancias y de emociones. Y también, por qué no, de luces,
de sorpresas agradables y de momentos que te hacen estremecer hasta partes del
cuerpo que no sabías que existían. Porque de eso se trata. Usamos la música
para que podamos volar sin movernos (Sigur Ros), para que los cuchillos no se
queden en la superficie sino que nos atraviesen de lleno (Cigarettes after
sex), para que el hígado no solamente nos duela tras una noche de excesos (Red
House Painters) o para encontrar esa gasolina invisible que renueva un depósito
en el que hace tiempo que no cabe nada más (Idles)
Hay personas que focalizan todo eso a través de sus letras. Compartiendo lo que les entusiasma para provocar eso mismo en los (des)conocidos. Y que tienen la fuerza necesaria para que ¿tanto? tiempo después, puedan seguir celebrando que aunque en el fondo la música sea un lenguaje que no termina de aprenderse nunca, de manera premeditada, la sucesión de canciones ayuda a que, mirando con perspectiva, cualquier intervalo de tiempo se trate de un mero suspiro.
Para Tina
¡Qué bonito, Quique! Muchas gracias por volver a escribir para este aniversario y por todos esos símiles también conectados entre sí y con los que es tan fácil reconocer(se) de nuevo. Un abrazaco!
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